La reunión artística entre Luis Alberto Spinetta y Fito Páez quedó plasmada en el disco doble «La la la», editado a fines de 1986. En medio de la grabación de ese material, los músicos concedieron una entrevista a la periodista Lucia Idiart, que fue publicada en el número 277 de la Revista Pelo, en octubre de ese año. Rescate de una nota publicada en la Revista Pelo Nº277, octubre de 1986.
Libertad total: «La la la», el encuentro Spinetta-Páez
Podrían utilizarse muchas palabras y conceptos para tratar de definir la unión Spinetta-Páez para el álbum “La La La”, pero lo mejor será remitirse a que se trata de la combinación de dos talentos originales y superlativos. Que el disco hable por ellos mismos. Mientras, podrán leerse sus declaraciones para Pelo, realizadas con la misma libertad que los dos tuvieron —y tienen— para realizar una placa que público y fans esperan casi con pasión.
Cuando sus mutuas empresas discográficas se enteraron del proyecto, el escepticismo invadió brevemente a los ejecutivos. Pero la energía de los dos músicos era tal, que empresarios y representantes quedaron tan entusiasmados con el proyecto como sus propios ejecutores. Es que la unidad Spinetta-Páez (o Páez-Spinetta, para los otros fanáticos) es tan espontánea como explosiva. Ambos están disfrutando como nunca de lo suyo, nada menos que la música. Sobre el final de la grabación de “La La La” —el nombre de la placa que será doble y aparecerá en los primeros días de noviembre— PELO entrevistó a Luis Alberto Spinetta y Fito Páez para conocer los detalles de esta reunión que felizmente es una realidad inevitable. Según ellos mismos explican, saber el por qué de tan sugestivo titulo para un álbum es incontestable». “Hay una gran dosis de cosa irracional con ese nombre”, dice Spinetta, “porque contrasta con todo lo que es el disco. Cuando más o menos tuvimos una visión de los temas que iban a incluirse, supimos que ponerle “La La La’ era bien irónico, creo que cumple esa función”. Para Páez, lo anterior no significa una respuesta a algo, o cosa semejante: “En si no es un proyecto especial. Es Spinetta-Páez, 1986, Buenos Aires, bánquensela’. Nosotros mismos, ‘banquémosla”. No es un proyecto ni una cosa contestataria, ni va a cambiar la idea del mundo ni nada. Es exponer lo que nos pasa a los dos, ponerlo en claro. Yo lo veo como una electricidad que generalmente se da cuando estás en pareja, o algo asi”.
Para el autor de “Cable a Tierra”, «La La La” es como una filmación, donde hay muchísimos elementos que se manejan. Para el creador de “Muchacha…“ lo más importante es la espontaneidad y la naturalidad con que se está llevando a cabo el disco. Tal vez, la misma naturalidad y espontaneidad con la que se prestaron a una charla que no demoraremos una linea más, y a la que no se le agregará ningún adjetivo que lleve a confusión. Se trata de la unión de dos grandes, sín diferenciación de trayectorias mi de edades. Lo más adecuado es no teorizar. Mejor, dejemos que hablen ellos, que es lo que importa.
CUESTION DE COMPINCHES
Hace poco escuché un programa de radio de San Luis, donde hicieron un ciclo sobre Spinetta, hablando con gran admiración. Se me ocurrió entonces hacer un paralelo con alguien de Rosario (risas) que haya admirado tanto como esos periodistas a Luis, y que ahora puede grabar un disco con él. En otras palabras, ¿qué se siente al trabajar con alguien a quien se admiró tanto?
F.P.: Es raro. Es como una ”violencia” a la cual me expuse desde el primer día en que tomé más o menos idea de lo que era la música. Desde ya, la música te pone en un lugar extraño, partamos de eso. Dondequiera que estés. No te quiero hacer el mambo del “arte”. No es el ”arte”, sino que te vas encontrando con gente que garpa, y si te podés comunicar con esa gente… bueno. Lo que me interesa es desmitificar un poco, no me gustan los mitos, no creo en ellos ni creo que sean algo bueno. Me fascina estar tocando con Spinetta. A un nivel, viví toda mi adolescencia pensando que él era un mito, y además, inalcanzable. Y el tipo es alguien supertalentoso, que tiene una cosa genial: toda su música y todo lo que vibra.
L.A.S.: Fue una cuestión de compinches. Para mi, Fito no es el tipo “al que le llevo varios años más” o que viene de aplaudirme desde abajo del escenario. Yo vengo de admirarlo a él por sus piezas. Es una colisión, un encuentro.
F.P.: Yo entiendo lo que preguntás, y lo veo lógico, pero también me pongo del lado del pibe. Eso me pasa a mí ahora, cuando hay muchos chicos que me admiran y eso me resulta algo muy extraño. Por ahí, prefiero que alguien pele lo de él y queno deposite tanto sus ”tocos” en el otro.
Lo importante es provocar.
F.P.: Claro, más allá de todo lo que significa Luis, para mi él es “The Light”, “La Luz”. El tipo tiene todos los acordes y la idea de música que a mí me gusta, que yo escucho cuando llego a mi casa.
L.A.S.: Aparte, creo que Segba labura bien acá (risas). Hay luz en la gente y cuando la luz viene de la gente y de todos nosotros, también se produce como una quinta luz. Por ejemplo, yo estoy asombrado de cómo Fito tocó en el disco, porque lo hace en forma impecable y no se parece a nada de lo que toca en los otros discos, si bien es Fito Páez. Las vocalizaciones, incluso, los temas que eligió para compartir el disco conmigo. En todo caso, si para mi es como un pibe, el pibe, te digo que… ¡es una dinamita! (risas)
NEW POP ROCK ARGENTINE
¿Cómo se manejaron con la composición?
L.A.S.: Es un ideal en parte componer temas juntos, porque es algo que se tiene que dar naturalmente, y somos dos cabezones muy dedicados a su propia lírica, y entonces, compartir las autorías practicamente no fue posible, Ni lo pensamos. Aglomeramos material: ”yo tengo este tema, te gusta?”, “Si”, “Este tiene que ir, y este también”…
F.P.: Por otro lado, hubo como una asimilación, yo creo que hay un punto en que los temas no son de nadie, más allá de SpinettaPáez; A mi me toca cobrar en SADAIC, no vamos a pecar de ingenuos, pero creo que hay un punto en que la música está ahi, en el aire. Luis interpretó sus temas de una manera, y cantó y tocó mis temas de una forma super especial que hace que se zafe un poco de la idea de la composición original, que se produzca la simbiosis.
¿Y en cuanto a la tecnología?
L.A.S.: Es un album absolutamente no-tecnológico, en el sentido de la utilización de aparatos. Sólo hay dos baterías que programé para dos temas para el disco, y lo demás es todo tocado. No hay bajos de sequencer, inclusive hay baterías y percusión hechas con teclados. En temas como ”Tengo un mono”, “Grisel”…
¿Por qué Grisel?
L.A.S.: Porque es un hermoso tema. Pensé que era una canción muy linda porque de alguna manera habia una parte del tema donde podíamos expresar algo que es común a nosotros dos, que es esa especie de “desaforación” (risas). Es una pieza que se presta para cierto tipo de gemidos y auliidos…
F.P.: Claro, el “new pop rock argentine” (risas)
Bueno, no va a faltar el que utilice esa frase.
L.A.S.: Sí, pero igual ya se sabe que hay gente que se dedica a “colocar”…
F.P.: A deformar. En este país está el concepto ”o sos rockero, o hacés folklore, o sos tanguero”. Y todo eso me parece que es un “bullshit” de las revistas y los diarios y todo eso.
L.A.S.: No se puede tener nunca la idea de que uno es una especie de raíz que va para cualquier lado, arriba o abajo, sin equidistancia alguna, sin lineas rectas.
Se tiene en cuenta para colocar en las bateas de las disquerías.
F.P.: Claro, pasa por ahi.
L.A.S.: No se entiende ese momento de crecimiento que se compone de muchas cosas, y no en una sola dirección.
F.P.: Hablan del rock, y el rock, loco, es romper y hacer lio. Eso es el rock. Pero no sólo en la música, es como esa actitud que uno tiene ”al palo” en la vida, de la violencia, de lo erótico.
L.A.S.: De alguna manera, los arreglos de Franzetti para el disco demostraron un grado de rebeldia y de magia notables, sabiendo el tipo de disco en el cual trabajaba. Se puso al requetemango y cuando dirigió la orquesta y los arreglos, y lo escuchás, te das cuenta del concepto, del interés por hablar en otro lenguaje.
Es como decía el Mono Villegas, hay música buena y música mala, y también la hay bien y mal tocada.
F.P.: Sí, y a eso agregaría una categoría más: hay música, para todo. El Cuarteto Leo también rinde y sirve a su nivel. También hay mediocridad, pero como en todos lados, en la política, en la ciencia…
L.A.S.: Lo importante es sumar. No vivir tanto de las cosas mediocres, sino generar las cosas para que dejen de serlo, como propuesta. Hay un montón de cosas que matan, no importan que sean tuyas o no. Se pasa de ver un buen film, a ver un buen video, a escuchar un excelente disco a hacer una buena composición, a vivir momentos buenos con todas las cosas. Es más válido que pensar en los baches o en las dificultades de las cosas. Así no se puede avanzar, en ningún campo. Y este disco, pareciera estar garantizado por esa manija que se le puso desde el primer dia y que no para más…
F.P.: Hasta el error y los conceptos en él quedan como una cosa estúpida. El error y la crítica generalmente quedan como descartados ante el hecho. Ante el hecho del “gérmen»” del nacimiento queda todo reducido…
L.A.S.: …A la nada. A una hipótesis de moral o a cosas que «realmente ya se están cayendo a pedazos.
F.P.: Hablamos de la música buena y mala. Ya el hecho de generar algo, es una electricidad que se está moviendo, como se mueven las galaxias o como se mueve tn chico adentro de un útero.
ARTE Y SISTEMA
Pero ¿qué pasa cuando algo es artístico y cuando algo es comercial?
F.P.: Para mí todo es comercial. Todos’estamos en el sistema, nadie es el antisistema. Todos estamos acá, vos trabajas en Pelo, yo vendo discos, todos tenemos guitarras…
L.A.S.: Creo que ya pasó la etapa de que tenías que corromperlo que querías hacer para hacerlo. Ahora se basa más en que cuando una cosa tiene imaginación, de alguna manera hay un lugar para estar. Sea el primero o sea el número treinta, no me importa.
F.P.: Claro, y eso incluso para un sector también. Porque fijate que otra gente, un chico que labura doce horas en un taller, llega el fin de semana, quiere ir a joder, tomárse cuarenta tubos de vino y bailar, Y ése por ahí es el lugar de transgresión del tipo. Es decir, también tengamos en cuenta que estamos hablando de algo especifico, que esto no es la verdad ni nada que se le parezca.
El tama es que se dice: este tipo es bueno, sí, pero ¿donde está rankeando?
F.P.: Claro, pero a mí eso no me pasa por la cabeza, ¿Quién piensa en eso?
L.A.S.: Es una preocupación que le atañe más a los boxeadores (risas) que a los que hacemos cosas con ei corazón. Lo digo por mi, y también hablo un poco en parte por todos los que estamos mas o menos en este tema y en este pais.
Los grupos nuevos ya tienen incorporado el sistema, no les importa.
L.A.S.: Si, pero seguramente, un grupo nuevo no tiene que transgredir todo lo que hizo, o tirarlo a la basura para hacer un disco. Sino que simplemente tiene que entender como es una producción discográfica y cómo llegar a eso de la manera más satisfactoria. Es cuestión en la que se mezcla habilidad para espadear y talento.
F.P.: Sí, y quizás no son las mismas cosas que tuvo que cambiar Spinetta. El tuvo que dejar más cosas que un pibe de hoy, por ahi. El pibe de hoy se encuentra ante un mundo que le dice “no hay futuro”. Okey, no hay futuro. Vos naciste (mirando a Spinetta que Lo interrumpe) cón el flower power y todo eso…
L.A.S.: Sí, pero también vale aclarar que nunca los de mi generación estuvimos con un chumbo en la cabeza para hacer ciertas y determinadas cosas. Nunca estuvimos con mayor presión que la de nuestra propia obsesión por hacer algo. El método de lucha era “yo tengo ésto, y no hay qué hablar. Yo soy Spinetta, o yo soy Fito, lo que sea, y acá está esto y punto. Y si me das ocho o seis en regalías es otra cuestión”. Eso es algo para que lo arregle un mánager que para que lo arregle yo. Pero no estás pensando para nada en ese tipo de condicionamientos. Y si lo pensás, qué se yo, es por un interés que tenés y tampoco es tan malo. Lo lamentable sería que vos tuvieras el talento de Pedro Aznar y que vayas a hacer un disco como los que hace Pedro y termines haciendo un disco de Menudo. Ahi, es para ponerse a llorar, porque realmente te das cuenta de que no te dejaron sino demacrado. Pero cuando hay tanto talento, como en el caso de Pedro, ya nadie le va a discutir ni un tema muy largo, ni que va a vender o no. Ya no hay items posibles para eso.
F.P.: ¿Te acordás cuando salió Charly con Clics? Uy… que «comercial, comercial”. Loco, pero ¿qué estás? ¡bullshit! El loco pelo la de él, dijo: ”a mí me gusta hacer música negra, rock’n’roll, y andate al carajo. Soy de Buenos Aires y hago esto”. Es como que siempre estamos buscando la quinta pata al gato. A Charly le copa la música con ritmo y hacer eso. Y bueno, déjenlo en paz, si el loco esta bien asi. A nosotros por ahí (refiriéndose a él y a Spinetta) nos copa más otra cosa. Está bien, y vale. Creo que somos tipos que laburamos con lo que esta, y a pesar de todo lo erótico y perverso que hay en nuestra música, no hay una idea de conquista o de “toma del poder” o algo así. Una “violencia” que diga que nosotros queremos cagar gente con la música
L.A.S.: Creo. que un poco, en algunos niveles, sobre todo en el de las decisiones de tipo artístico, esas cosas se destruyen bastante antes de llegar a nosotros. Lo digo muy seguro de lo que estoy diciendo (risas). No me creo omnipotente para no pensar de alguna manera en cómo producir un concierto y qué cantidad de cosas requiero para hacerlo, o participar y decir “bueno, bajen un poco el precio de la entrada”. Hay veces en que también . estamos tangencialmente tocados por eso, pero son tomas de decisión que pertenecen a esa esfera de la cosa y nunca a lo que realmente sería triste, o lo que vos pusiste de relevancia desde un comienzo para enfocar la o pregunta que es un poco »cómo no dejarse ‘tocar el culo”…
F.P.: No pequemos de ingenuos tampoco acá. Te lo rompan… quieras o no, el universo es así.
L.A.S.: Sí, pero lo digo para aclararle ala gente que por ahi piensa de una manera mucho menos galáctica. Que comprendan que no somos ingenuos, que no estamos metidos en una pieza color turquesa (risas) fumando haschis, sino que participamos de esta vida como cualquier otra criatura que late. En ese sentido, en las decisiones artísticas no hay nadie que nos pueda hinchar las pelotas con esas cosas, no están en un nivel en el que nos puedan molestar. Creo que gracias a «Todo», trabajamos con libertad. Esa es una de las cosas que tiene “La La La”. Está hecho con una libertad total.
Lucia Idiart