«El ancla» marca la nueva etapa del proyecto bahiense, a la vez que conserva un sonido potente y el mensaje de fe latente.
En sus trece años de trayectoria, el cuarteto bahiense ha sabido posicionarse como una de las propuestas más relevantes del rock góspel argentino. Poco después de su formación, lanza el primer EP de tres temas.
La esencia más pura se manifiesta durante el 2015, con material discográfico («Tanto por hacer») y una gira de presentación por la Patagonia, Santa Fe, La Pampa, el interior de Buenos Aires y Capital Federal.
Luego de un silencio musical, el 2023 los motiva a publicar sencillos como: “Lenny”, “El grito”. “Volveré” llega en abril de este año, mientras que «El ancla» lo hace recientemente a través de las plataformas.
Punto Aparte! está integrado por Cristian Vidal (voz principal y guitarra); Damián Ávila (teclado y coros); Leonardo Vega (batería y programación); y Marcos Igor (bajo y coros).
¿Cuándo fue creada esta canción?
Cristián Vidal: Esta canción fue creada en varios tramos, entre el 2016 y 2019; cuando empecé a tomar decisiones, mirando a nuestra querida Argentina. Estos últimos años han sido de mucha efervescencia social. La cantidad de ideas y pensamientos que hay hoy en día hacen que uno dude hasta de lo más puro, como el amor o la vida. Pero me di cuenta que tenía un ancla que me hacía permanecer y evitaba que fuera arrastrado por tendencias o pensamientos que nada que ver.
¿Por qué la elección de nombre?
«El ancla» es un elemento muy fuerte y de significado profundo, que representó inclusive a civilizaciones.
¿Cuál sería el mensaje que la atraviesa?
Me gusta pensar que estoy en medio del mar, las olas son grandes, hay mucha tempestad y estoy en una embarcación tan pequeña que parece una cáscara de nuez. Lo primero que uno quiere es escaparse, pero nosotros pensamos de otra manera y tenemos un ancla que nos hace permanecer en los momentos más complejos.
Cuando se va la tempestad, quedamos nosotros. Somos una banda de rock gospel y nuestra ancla es la fe. Queremos desempaquetar la idea absurda de la religión y manifestar nuestro punto de apoyo en los tiempos más difíciles.
¿Qué condimentos sonoros destacarían?
Es una canción combativa, desde la letra hasta la música. La misma arranca diciendo: “cuando la tiranía se torna ley, la rebelión se convierte en orden”. Ahí nos plantamos y venimos a defender una postura.
Hay mucho hard rock, graves bien claros y tiempos que marcan el respeto hacia el otro. Eso es fundamental para el estilo que hacemos y, cuando nos combinamos, tenemos mucha energía para entrar.
¿Dónde, cuándo y con quiénes la grabaron? ¿Cómo vivieron el proceso?
Empezamos la pre-producción en 2019 y trabajamos por primera vez con un productor musical (Emanuel Pacheco). Cuando llegó la pandemia tuvimos que frenar, pero ayudó a sazonar y que tuviera más sabor. Cuando retomamos, lo hicimos con ideas mucho más claras y mejor sonido.
Entre el álbum anterior y este tema, cambió rotundamente la forma de trabajar y los instrumentos. La idea era ejecutar lo mejor que tuviéramos a nuestro alcance.
Lo grabamos en Estudio Quntra de Federico Ursino, que se encargó de la post-producción y hizo un laburo hermoso. Nos ayudó a recortar las canciones y llegar más fácil al punto. Fue un proceso que nos ayudó a crecer, no sólo a nivel banda sino como personas.
¿De qué manera acompaña la propuesta audiovisual? ¿Dónde fue rodada y quiénes participaron?
El videoclip recorre la ciudad y, no por casualidad concluye en el puerto con los barcos de fondo. Cuenta con la participación de Matías Scialabba, vocalista del reconocido grupo Skapaltata.
¿Cómo definirían el presente de la banda?
De madurez, donde sabemos lo que queremos hacer y no tenemos tiempo que perder. Cuando una banda pasa los diez años, nosotros ya tenemos trece de trayectoria, entra en un momento donde se asienta y tiene las cosas en claro.
¿Qué nos pueden adelantar sobre los próximos objetivos para este año?
Nuestro siguiente objetivo es lanzar muy pronto un nuevo sencillo y videoclip bajo el nombre “Inversa moralidad”. Contará con la participación de Leo Ramírez, del grupo Nacidos de Nuevo (Buenos Aires).