En pocos días más se consumará el primer evento trascendente del rock nacional en 1980. Juntos, en una misma actuación y haciendo la misma música, actuarán León Gieco y Nito Mestre. En ese espectáculo mostrarán el trabajo de colaboración mutua que vienen realizando en sus respectivos álbumes. Para aventar cualquier especulación sobre el carácter de la “reunión”, conviene aclarar que tanto Gieco como Mestre acaban de dar su negativa al proyecto de revivir a PorSuiGieco. Entonces, habrá que conformarse con el cincuenta por ciento que queda…
Para Leon Gieco y Nito Mestre llegó la hora de poder hacer realidad un antiguo proyecto muchas veces postergado. Dentro de pocos días estarán juntos compartiendo el escenario y la música.
Aunque seguramente no faltará alguien que mire la unión con cierto recelo, tanto Gieco como Mestre rehúyen cualquier connotación nostálgica u oportunista, algo que sucede a menudo desde que se destacó esta ola de reuniones famosas.
Lo concreto es que ambos están trabajando personalmente en toda la producción del concierto, durante el cual se grabará un álbum en vivo. El material estará compuesto por canciones que Mestre y Gieco grabaron juntos para sus respectivos álbumes, y por supuesto también habrá temas nuevos.
El proyecto los tiene sumamente entusiasmados. Nito Mestre volvió gradualmente a tener el nivel musical que los Desconocidos de la primera época tuvieron, y Leon Gieco está atravesando uno de los momentos más brillantes de su carrera. Una entrevista con semejante dúo resulta una experiencia divertida, aunque haya que sufrir en una caótica sesión de fotos, y divertirse en un reportaje durante el cual no faltó en ningún momento el humor, pero con un trasfondo muy serio. Aquí van, entonces, las afiladas respuestas de nuestros entrevistados: el Desconocido y el campesino “punk”…
Un viejo proyecto
Aunque poca gente lo sabe, esta idea no es nueva, ya que hace bastante tiempo que querían juntarse. Recuerdo que hace un par de años hicieron un programa de televisión juntos.
Gieco: Sí, es cierto. La idea de hacer un álbum juntos surgió hace mucho tiempo, aproximadamente tres años atrás. La del concierto tampoco es nueva; hace un año y medio estuvimos a punto de concretarla. Nos íbamos a presentar en Ferrocarril Oeste, pero a último momento se cayó el auspiciante
Mestre: Ya teníamos todo arreglado, sólo nos faltaba el auspicio. Entonces ocurrió que empezamos a contactar a cierta gente, pero los tipos estaban atemorizados y respondían proponiéndonos otro tipo de espectáculos: un festival por ejemplo. Evidentemente, ésa no era una buena época para hacer conciertos, todos tenían miedo al fracaso.
¿Cómo ha sido esa mutua colaboración, que ahora el público podrá apreciar en el concierto y el disco?
Gieco: Bueno. siempre hubo aportes de tipo vocal en los álbumes que cada uno de nosotros grabó, y además la composición. Esto sí es muy importante, porque yo compuse con Nito dos temas capitales de su repertorio: “Y las aves vuelan” y “Saltaba sobre las nubes”. Además de hacer infinidad de experiencias juntos. Hace cuatro años, hicimos un concierto en el Luna Park, al que concurrieron doce mil personas Hoy queremos volver a repetir esa experiencia.
¿Qué material tocarán durante el show?
Mestre: Habrá un poco de todo. Vamos a tocar temas que compusimos juntos pero que nunca fueron tocados en vivo, las canciones de nuestros últimos álbumes, y tres temas inéditos de cada uno. En fin… será un desastre (risas).
Rompiendo los esquemas
Después de tantos años de lucha y profesionalismo, ¿todavía encuentran que hacer música los divierte?
Mestre: Sí, por supuesto. Me divierte cuando puedo hacer algo como esto. Las giras, cuando están bien organizadas, resultan divertidas; uno toca realmente con muchas ganas. Eso me sucedió hace poco durante la gira que realizamos por la costa atlántica.
Gieco: Yo realmente me divierto mucho con lo que hago, especialmente en esta última época. Además de divertirme, estoy tocando “muy seriamente”. Creo que logré el balance ideal entre lo que hace al aspecto personal y el profesional, y de esa forma evitó una dual:dad que habitualmente desgasta
¿Y el público? ¿Les parece que ellos también se divierten, que gozan fisicamente la energía de la música?
Gieco: Sí, lo que pasa es que mucho de eso depende exclusivamente del tipo que esté en el escenario. de la forma en que maneje a esa audiencia. En él está el poder de hacer una cosa llena de vida o algo tedioso, aburrido.
Los músicos argentinos ¿no se pusieron demasiado serios con toda esa historia del jazzrock y las corrientes de tusión, en las que la técnica es primordial ante cualquier otro tipo de expresión?
Gieco: No me gusta rotular la música, prefiero juzgarla desde una óptica más simple; para mi existen dos tipos de música: buena o mala. Creo que debemos manejarnos con conceptos algo más elevados. Sobre todo el músico, que por tener una sensibilidad más desarrollada que el común de la gente, debe estar abierto a todo tipo de expresiones. Yo respeto el jazzrock, y comprendo al tipo que se emociona escuchándolo; yo realmente no lo siento asi. En cambio, no me parece bien que se critique a los grupos como The Police o Dire Straits, que sí me emocionan. Y menos cuando esa critica viene de un músico que, porque él considera que el jazz-rock es su música, degrada inmediatamente a las demás. O dice que lo que hace la “Nueva Ola” es viejo, que ya se escuchó. Pero cuando yo escuché a Los Beatles sentí que esa música ya la había escuchado antes, que tenía cosas de Presley, Chuck Berry y otros. Porque Joe Zawinul es un genio y no lo vamos a destruir porque toque cosas que Bach hizo mil años atrás.
Mestre Estoy de acuerdo. Sobre todo porque el músico tiene una predisposición a escuchar todo lo que puede, y eso se convierte en influencias. Y no conocí todavía un solo músico que pueda decir que no las tiene. Cuando uno se pone a componer, evidentemente está poniendo una gran parte de uno mismo, pero también hay up porcentaje de elementos que le llegan del exterior en forma inconsciente, y que luego aparecerán en la obra terminada. Entonces, no se puede decir que algo que tiene referencias en el pasado sea una vulgar copia. Finalmente todo eso no es más que el reflejo de la realidad. Yo no estoy de acuerdo con los que se aferran a un esquema determinado y reniegan de todo lo demás. Y eso para con el jazz-rock, pero también con la “nueva ola”, que quiere sepultar todo, incluido lo bueno que se hizo en estos últimos diez años.
Vivir de la música
¿Hoy es posible vivir de la música en este país?
Gieco: Creo que si. Hace ocho años que yo vivo exclusivamente de la música. No me hice rico, vivo al dia, pero puedo hacer un montón de cosas que me gustan. Yo no tengo un super auto, pero me doy el gusto de viajar a alguna parte todos los años. Además, la satisfacción más grande que tengo es la de no haber traicionado jamás la idea con que vine a esta ciudad. Nunca “trancé” hasta ahora, y en mi situación actual no creo que nunca tenga necesidad de hacerlo. Es muy triste enterarse de que muchos tipos que tocan en grupos importantes, y hacen declaraciones en esta revista, después aparecen tocando en la banda de Palito Ortega. De una vez por todas no hay que transar más.
Mestre: Eso es terrible, yo jamás lo hice ni lo haré. Tal vez porque cantar implica poner algo más que una técnica en determinado instrumento. Me parece que tocar con un tipo como Ortega es destruir todos los principios que pueden dar lugar a que esta música sea reconocida por un montón de gente como una cosa auténtica. Es la síntesis total. Y lo más triste es que muchos de esos tipos no tienen una necesidad, digamos muy importante, de tipo económico. En ese aspecto hay una gran distancia entre vivir de la música que uno hace, y en la que cree, y simplemente vivir de “la música”.
¿Qué quedará de esta experiencia?
Gieco: Nuestras canciones, muchas de ellas interpretadas por primera vez en público, un álbum grabado en vivo, y una gran experiencia compartida.
Mestre: Lo mejor de nosotros. Ninguna otra cosa puede ser predicha antes del concierto. Que la gente que vaya saque sus propias conclusiones. Nosotros daremos todo. Es como una cosa (risas)… que si se da, se da… de pronto puede haber magia, viste.
Fotos: Rubén Andón