«El verano siguiente» es un documental sobre la banda uruguaya, dirigido por Gabriel Nicoli. Un film emotivo que te permite viajar a través de las sensaciones, los afectos y las vivencias de cada integrantes a lo largo de un año de trabajo. Tiempo donde no solo grabaron su séptimo disco, «El calor del pleno invierno», sino que a su vez tuvieron que afrontar la triste pérdida de su tecladista y amigo, Marcel Curuchet.
¿Por qué decidiste hacer el documental de la banda?
Gabriel: La oportunidad surgió porque ellos me llamaron para registrar la grabación del disco «El calor del pleno invierno». En sus inicios la idea no fue filmar un documental, sino saber si yo estaba interesado en participar de la grabación.
Anteriormente, había filmado un documental de un circo, porque es algo que me gusta: meterme en grupos y hacer una especie de estudio antropológico con la cámara. Cuando me llamaron les dije que sí y empecé a analizar los personajes que había. A mi manera filmé un documental sin decirles nada y al final, terminó siendo una idea mía.
A medida que fue avanzando y vieron que no me iba, en un momento me preguntaron: ¿Qué vas a hacer? (risas). Les empecé a mostrar cositas que yo iba armando y les gustó mucho. Me dijeron que me quedara con ellos y fue un trabajo ad honorem en aquél momento.
¿Cuál fue tu objetivo personal en sus inicios?
Gabriel: Es una muy buena pregunta porque en sus inicios fue completamente experimental. Quería saber si podía hacer una película yo solo, porque era un reto grande entre el sonido, la imagen, bajar el material y editarlo. Entonces, lo tomé como un desafío para ver si podía encontrar un lenguaje distinto al documental clásico. Quería, a través de la sensibilidad, contar cómo es este grupo de amigos que hacen música. Yo prácticamente no los conocía, sólo había escuchado un par de temas, así que no tenía un pre concepto de la banda y mi objetivo fue descubrir todo con la cámara.
Cuando pasó lo de Curucha se transformó totalmente el documental y tuve la responsabilidad más grande de mi vida, porque estaba contando una historia que nos cambió 100% a todos. Tenía que encontrar la forma de relatarla sin mal gusto y sin caer en lo burdo, sabiendo que había una familia atrás.
Después de todos esos meses de trabajo y de haber tomado imágenes, ¿cuál fue tu primera sensación cuando lo viste terminado?
Gabriel: Cuando lo estuve editando le iba agregando cosas y lo veía reiteradas veces hasta perder la noción. Así que realmente caí el otro día, cuando lo vi por primera vez en un cine sentado solo sin posibilidades de tocar más nada. Todavía creo que no termino de caer en la magnitud que tomó algo que nació tan chico. De una experiencia personal a todo esto: medios, cines, gente a la que les afecta el documental y otros a los que les pasará desapercibida, pero se que llega a un montón de gente. Esta banda y los fanáticos son muy particulares, como un equipo de fútbol, porque hay una pasión tremenda y se que les estoy dejando un pedacito de historia.
Creo que algo que destaca al rock uruguayo es ese calor humano, la unión entre los mismos integrantes y la relación tan estrecha con sus familias.
Gabriel: Sí, yo creo que están arraigados, tanto en la película como la música uruguaya, los afectos, la familia y el tratar de mantenerse fiel a eso. De hecho al final de la película se puede ver que cuando están por salir a tocar para 50.000 personas, en vez de hacer un plano de la gente saltando decido ir por primera vez a la imagen del hijo de Marcel.
¿Por qué elegiste trabajar con Fernando Cabrera en la banda de sonido?
Gabriel: Esa fue la única elección que yo no hice durante la película, porque fue una propuesta de Emiliano que ya lo conocía y vio que los dos teníamos cierta sensibilidad para el mismo lado. A él le pareció que iba perfecto para la película y me ofreció conocerlo. Entonces nos juntamos en Buenos Aires un día que tocaba y le mostré una parte del documental. A Fernando le gustó mucho y a pesar de que ya tenía material compuesto, prefirió hacerlo desde cero. Le metió mucha garra y compuso canciones que estaban buenísimas. Después me las mandó y llevó la película a otro lugar, porque a mí en particular me gusto mucho como quedó.
¿Tienen pensado sacar algún formato DVD luego de la presentación en los cines?
Gabriel: Sí, de hecho me acaban de confirmar la noticia porque tengo editado también el show que dieron en Costanera. La idea es sacar un DVD doble, donde por un lado tenga la película y por otro, el show. Lo que me gustaba de la edición en este formato era que te queda como un recuerdo y supongo que con los años va a ir tomando más significado por lo que fue el 2013 para la banda y sus seguidores.
Si bien esta es tu primera experiencia con una banda ¿te surgió alguna propuesta o analizaste la posibilidad de trabajar en otros proyectos similares posterior a éste?
Gabriel: A mí la experiencia me encantó y se excedió de lo musical. Trabajaría con otras bandas y estoy abierto a todo, pero no es algo que esté proyectando. Fue una experiencia única y si encaro algo con otra banda debería ser completamente diferente. A lo que estoy apuntando ahora es a una ficción. Soy muy fanático de Café Tacuba así que si un día llegan a aparecer me vuelvo loco, subo al avión y me voy para allá…