Casi dos años de producción dieron forma al primer trabajo «oficial» de HyperStatic, la segunda banda cordobesa en ser editada por Pirca Records. Anécdotas, visiones y uno que otro pronóstico horas después del lanzamiento de «Un rato sin hablar».
Cuenta la leyenda que la banda tuvo sus comienzos en Australia, donde Karina Mana dio forma al proyecto de lo que más tarde se conocería como HyperStatic y que viajó a Córdoba con ésta idea para que terminara de germinar en suelo serrano. Hoy son un power-cuarteto de violas, bajo y batería que se ganó el respeto de la prensa y el público con su arma más poderosa: el talento.
Combinando melodías llevaderas pero con una fuerza particular, la banda canta en inglés sin pensar en los clichés del rock nacional, y con la mirada puesta en un horizonte inmenso cargado de ambiciones. En las calles del Abasto nos reunimos con ellos para contradecir a su disco y charlar un rato, estos son algunos de los desvaríos que quisimos rescatar.
«El disco tuvo varias partes de grabación», relata el Perro Conesa (guitarra) y sigue: «la primera fue en Nono (en el estudio de Las Pelotas) donde grabamos bajo y batería. Después de eso vinimos a Córdoba con todo el material grabado y empezó la búsqueda de un estudio para terminar las grabaciones y tomar la decisión de hacerlo o no con un productor de Buenos Aires. Después de ver varios productores la idea era hacerlo con gente de Buenos Aires por una cuestión técnica».
Algunos de los nombres que sonaban como posibles productores de este material fueron Goy de Karamelo Santo y el ex Otro Yo Gabriel Guerrizi. Finalmente el elegido fue Esteban Serniotti, y sobre ello la banda aclaró: «Habíamos pegado una amistad, a nosotros nos gusto mucho el sonido de los primeros discos de Cabezones como «Eclipse de Sol». Como una cosa natural se fue dando la conversación con él mientras buscábamos bajar los presupuestos de la grabación. Finalmente nos fuimos a Buenos Aires y grabamos las guitarras y las voces ya con la producción de Esteban. Fuimos chequeando el material mientras se terminaba cerrar nuestro ingreso a Pirca Record y finalmente se dio todo en el mismo momento: terminamos el disco, firmamos con el sello y terminamos de pagar las deudas».
La llegada del sello se da en la etapa final, con lo que la banda terminó masterizando el disco en Del Cielito «y el flash de estar en un lugar tan pro», agregó Karina Mana, voz del grupo: «La verdad que al ver el trabajo final del disco, valió la pena esperar, el esfuerzo y la concentración en sacarlo adelante. Dormimos en algunas habitaciones así como encantadas, con mucha vibra por el rock…con el fantasma de «Alicia en el País», que decían que se había grabado por ahí», a lo que Pablo Sartori (bajo) añadió entre risas: «Yo jugué con el perro de Cordera…».
De regreso a la cordura, Karina continua con el relato de esta cruzada: «Cuando lo empezamos a grabar por el 2004 teníamos la idea de grabar un disco y ver que pasaba sobre la marcha. Lleva mucho tiempo coordinar el tema del productor, que no había plata y como hacemos…esas cosas. Realmente en julio del 2005 empezamos a grabar de nuevo y se masterizó en marzo de este año».
«Por ahí ese tiempo no es un cuelgue nuestro. Fue un impedimento que teníamos porque no se nos daban bien las cosas y surgieron cosas grosas que lo fueron demorando. Si el material se demoró fue porque cada cosa que iba surgiendo era para darle un sentido más amplio a la producción: que fuera independiente pero de alta calidad. Creo que hicimos una apuesta en cada demora», relató Sartori.
Así es como llega a manos del sello el disco terminado, un punto más a favor de la banda que logró crear a pulmón un material impresionante a nivel sonido y estética. Ahora se embarcan en la etapa de difusión que comenzó con una actuación hace pocas semanas atrás junto a Massacre en Capital Federal: «Había que esperar a que saliera el disco. Se armó una cosa bien pensada para que no saliera y se quedara en las bateas: salió con el spot en las radios, el video en Much y todo lo demás. Ahora vamos a tocar en el Pepsi Music y se vienen las giras. Queremos que el disco salga con todo», dijo la cantante.
Desde el 2001 a ésta parte, año en que comienza la historia cordobesa de HyperStatic, la banda cosechó reconocimiento «lícito» que los colocó dentro de los principales exponentes del rock local. Dejando el lado el brillo de los grandes escenarios, Mana señala que Córdoba necesito que «alguien de afuera» apueste por «grupos que el público de afuera no tiene idea realmente de quienes somos», para que el rock cordobés asomara sus narices por la gran ciudad. Y es que en la segunda «gran plaza» nacional, nadie tuvo la iniciativa de cargar con esa mochila.
A pesar de sus orígenes en las márgenes del Río Suquía, HyperStatic manifestó: «Lo tomamos como que somos de Córdoba y punto, pero no el sonido nuestro no tiene ciertamente nada que ver con el sonido de Córdoba. No creo que tenga nada que ver con que somos de acá, incluso el sello no quiere que digamos mucho que somos de Córdoba, no le interesa eso. Somos una banda que maneja un estilo de rock universal, la música que hace Hyper tiene una visión universal pero no tiene una identificación con el lugar de donde somos. Creo que hay sentimientos y cuestiones universales que a través del sonido podemos transmitirlos como queremos».
Sobre el final, agregaron: «Se buscó un productor que tuviera otra oreja que no sea la de Córdoba. No queremos que sea una banda que se ate a una ciudad. Me parece que cuando la gente lo escuche lo va a tomar como un disco que es de Córdoba pero como un detalle. Además, la gente no sabe de donde somos. Si nos parece que si siguen saliendo más bandas de Córdoba al país se va a imponer otro sonido porque realmente, vamos a decir la verdad, las bandas que están saliendo de Buenos Aires a nivel consagrado son todas iguales. La mayoría hace rock barrial o pop medio tecno, como que no hay nada distinto. Acá cada uno tiene su personalidad».
Mientras aseguran que ya están componiendo el próximo disco, nos aconsejan como escuchar éste: «La verdad que si hay algo que no nos gusta es explicar cómo salen los temas», remarcó Karina y agrega: «El disco tiene un concepto estético, pero lo que vos provocas o lo que otro interpreta depende de cada persona que lo escucha. Se puede considerar desde lo musical un disco de guitarras y desde el contenido de las letras un disco emocional básicamente. La verdad que me parece que apunta a las emociones humanas. Hay un eje temático, visual y estético más que un mensaje. Es un disco para escuchar. Por ahí el titulo tiene un poco de eso, es ver que te pasa por la cabeza, por ahí no entendés la letra porque esta en ingles pero hay temas en castellano. Pero va mas allá de lo que dice la letra, es un todo» y el Perro termina: «es un disco para escucharlo fuerte en la ruta y vas a pasar un viaje especial».