El músico emergente presenta su EP «Un montón de cosas» este domingo 7 de julio en La Tangente.
Hernán es músico y productor, melómano desde su infancia. Fusiona las influencias del rock nacional, como Charly García y Luis Alberto Spinetta, con su interés en las estéticas modernas.
Luego de desarrollarse en distintos proyectos de formato banda y como sesionista, se lanza a la búsqueda de su camino solista. Por el interés mismo de encontrar diversas metodologías, se contacta con diferentes productores para poder llevar a cabo esta nueva obra.
Es así, que en 2021 comienza el nacimiento de «Un Montón de Cosas», material que trae consigo una fusión sonora entre clásica y ecléctica.
¿De qué manera nació este EP que estás presentando?
Un Montón de Cosas nace a mediados de 2021 con el tema que le da nombre al disco. Estaba en un momento de transición entre una carrera universitaria y un viaje largo, de esos que te cambian. Cuando tomo vez la decisión por lo segundo, es que nace la primera frase «Hay que soltar un montón de cosas para saltar al vacío». Puesto que yo en ese momento estaba viviendo en Buenos Aires y me sentía en un momento estable, la decisión incluía dejar eso para «saltar al vacío».
¿Cuál fue el criterio al momento de seleccionar las canciones que incluye?
Una vez vuelto de ese viaje empezaron a nacer otras canciones que hablaban más de mi presente. Intenté que la historia contada en el EP tuviera una misma correlatividad. Incluso, asemejar los nombres de los temas para que se notara.
¿Por qué elegiste La Tangente para concretar la presentación oficial?
Creo que La Tangente representa un desafío grande. Es un lugar en el que ya toqué y donde siento que me puedo expresar como me gusta. Una sala extensa, buen sonido, buena puesta de luces y gran disposición escénica.
¿Cómo es el vivo de Hernán Kirchuk?
Se caracteriza por su intensidad, siempre planeo las listas de menor a mayor para poder darle un recorrido al vuelo que se toma cuando uno toca en vivo. Pasaremos por distintos géneros, hasta terminar en el rock más puro, con algunos deslices disco-funk para mover los pies y bailar unos buenos ratos.
¿Te gusta respetar el formato original del estudio o preferís improvisar arriba del escenario?
Generalmente intento hacer un balance entre el estudio y el vivo. Me gusta la improvisación, como también crear nuevas partes que en vivo tengan otro tipo de poder. Las reversiones que estoy armando tienen de todo para lograr enganchar al espectador y un poco más de guitarra eléctrica que en el estudio.
¿Qué nos podés adelantar sobre la dinámica y expectativas para el 7 de julio?
Las expectativas están altas, será un show muy armónico y enérgico; curado específicamente para ir de menor a mayor y salir de La Tangente pensando: “Qué buen show la puta madre» (risas).
¿Por qué nadie debería perdérselo?
Para un artista independiente, organizar algo de este calibre es muchísimo trabajo. Creo que esa es la razón principal por la que nadie debería perdérselo. Estar en todos los detalles es complejo y vengo trabajando para que no se escape nada. Honestamente, son tiros que se hacen una vez cada tanto y eso ya es motivo, porque lo daremos todo para que sea único en su especie.
¿Cómo sigue la gira de presentación?
La idea es continuar trabajando sobre el EP y llevar las canciones en distintos formatos a diversos ciclos. No quiero spoilear nada, pero probablemente en agosto tenga una presentación acústica que le de cierta mística y magia a los temas que, dicho sea de paso, nacieron así. También quiero seguir trabajando en algún formato audiovisual, que haga viajar un poco más lejos las composiciones, a la par de empezar un material nuevo.