David Lebón, el otrora guitarrista de Serú Girán, que ahora regresó a escena con el disco «Yo lo soné», aseguró que en los años de plomo del Proceso «el amor era subversivo». El músico confesó que «hubo momentos jodidos que eran para asustarse. En 1976 me secuestraron y me hicieron de todo, pero por suerte zafé», reveló.
Recordando sucesos de aquella época, el vocalista evocó que «había un boliche que se llamaba Manzana donde se zapaba y donde caíamos presos todas las noches pero, igualmente, no le dábamos respiro a la policía», aseguró.
Sobre las motivaciones de su vuelta al ruedo, el cantante explicó: «Al ver los afiches de La Superbanda y Alas, me pareció que son buenas señales, porque la Argentina es el único lugar del mundo en que corren a los que forjaron su cultura», disparó. En busca de ejemplos musicales de otros lugares del mundo, el artista comentó: «Andá a decirle a B. B. King que se retire o a Eric Clapton que deje de tocar porque ya están grandes».
Lebón, que está radicado en Mendoza desde 1995, dijo que regresar a Buenos Aires le produce emociones encontradas. «Por un lado extraño -reconoció-, y por el otro pienso que tengo que estar más porque recibo un montón de mensajes muy cariñosos y me doy cuenta que hago falta», explicó.
El próximo fin de semana Lebón se presentará en el teatro porteño ND/Ateneo, con las canciones de su último álbum. «Quiero tocar lo máximo que pueda porque tengo 50 años y deseo aprovechar el tiempo», afirmó.