«Reminiscencias, observaciones y anhelos» es el nombre elegido por el artista bonaerense para materializar su segundo álbum y presentarlo en dos partes.
Agustín Ferez es un músico, guitarrista, cantautor y compositor emergente de Argentina que, luego de formar parte de varios proyectos musicales, decide encarar su proyecto solista (2020).
Durante marzo del 2022 publica su primer álbum «Luces y tonos», enmarcado en el rock electrónico, con influencias sinfónicas y progresivas; como así también del rock/pop alternativo.
El 2023 y 2024 lo motivan a grabar «Reminiscencias, observaciones y anhelos» en DDR Estudio. La Parte A se encuentra disponible en plataformas digitales y está siendo presentada mediante una gira de conciertos.
¿Cómo y en qué momento nacieron las canciones que lo integran?
Las canciones nacieron entre el 2021 y el 2023. El desarrollo de la idea puede darse en un lapso corto o largo, durante meses o más de un año inclusive. Hay otros temas que salen más rápido. Por ejemplo, “Incendio” surgió en enero 2022, la composición durante febrero y en marzo se estrenó en formato acústico. Ahora lo que fue grabación y producción entre 2023 y 2024.
¿Cuál fue el criterio de selección?
La selección y elaboración del concepto “macro” del disco fue dándose a medida que fui avanzando con la composición de los temas. En principio eran canciones y ya, pero empecé a sentir que varias coincidían en “espíritu” y que podrían estar hablando desde un mismo lugar. El álbum se iba a llamar “Observaciones”, aunque sentía que no todo estaba contenido en ese término.
¿Qué buscaste trasmitir?
Una mirada situada en el presente, que observa ciertas cuestiones que me producen intranquilidad, molestia, alarma y angustia tal vez. Observaciones del mundo actual y la sociedad que construimos; el sistema y distribución del trabajo y las riquezas; la forma en que nos relacionamos y las tecnologías de cada época con sus comodidades y dificultades. A partir de este panorama, me pregunto si no habrá en un pasado olvidado pistas para crear un mundo mejor. Recuperar una mirada más amable con nuestro planeta y las otras especies; la búsqueda en el mundo interior y espiritual.
Otro eje importante es la contemplación de la naturaleza y los fenómenos; del cielo y las nubes, de la belleza que nos rodea y lo simple. En esas cosas hay pistas vagas de lo que no alcanzamos a conocer: “lo indecible”, lo “inabarcable”. Este tema está muy presente en el álbum anterior: «Luces y tonos».
¿Por qué decidiste dividirlo en dos partes?
Sinceramente, por una cuestión de tiempos y presupuesto. No quería esperar tanto para poder lanzar algo y me limitaba lo económico. También los tiempos de grabación, y una realidad que no todos los otros estaban terminados.
En la medida que fui avanzando con el concepto general del álbum (completo A+B) me di cuenta las “piezas” que me faltaban y cambié algunos temas que iban a ir para la Parte B por otros.
¿Cuánto de autorreferencial tiene?
Tiene mucho de autorreferencial, pero principalmente porque es mi mirada de estas cosas que menciono. Sin embargo, no todo se trata “de mi”.
Por ejemplo, en la canción “Espera” el personaje de la letra no soy yo, sino una persona que toma todos los días un transporte público de GBA sur a Capital para trabajar y se pregunta si esos tiempos de espera (en transportes, actividades que no le gustan, en la cola del banco o esperando el contador del microondas) tienen algún sentido. Si estamos todo el tiempo esperando lo que viene después ¿Cuándo vivimos? Me representa, pero la historia no es mía.
“Desaparecer” es absolutamente autorreferencial: en un momento del 2021 todavía era parte de un proyecto que me tenía agotado y no quería más, pero no podía “desaparecer” de un día para el otro, y me dieron ganas de escribir eso.
“Incendio”, es mi mirada sobre el tema, a partir de ver los restos del siniestro en la Patagonia.
“Azar” también es autorreferencial. Más allá de la cuestión filosófica, se trata de la historia con mi pareja.
“Las preguntas” describe una escena en un bar en la que surgen preguntas filosóficas y muy profundas, y si, éramos un amigo y yo en un bar de Adrogué.
¿Dónde, cuándo y con quién/nes lo grabaste?
Los grabé entre 2023 y 2024. Las baterías se ejecutaron en DDR Estudio por Nehúen Manzano; las guitarras, el bajo y las voces las grabé yo en Nología Sound Rec. El técnico de grabación y mezcla resultó ser Cristian Pérez Lencina.
Los invitados fueron: Mariana Ferreyra (voz) en “Desaparecer”; y Feli Music (teclados) en “Desaparecer” y “Espera.”
Finalmente, la masterización estuvo a cargo de Jerónimo Escajal en Olmo Estudio.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos durante el proceso?
Creo que el mayor desafío siempre son las letras. A veces salen fácilmente, pero la mayoría es lo que más tiempo y esfuerzo me toma.
¿Qué géneros e instrumentos predominan?
Predomina el rock alternativo y electrónico. Hay una faceta pop claramente presente, pero la sonoridad está bastante anclada en el rock.
Predominan las guitarras eléctricas, bajo eléctrico y batería (tríada elemental del rock) pero con mucha presencia de sintetizadores, piano eléctrico (tipo Rhodes) y baterías electrónicas.
En varios de los temas hay arreglos a varias voces.
¿Cómo describirías tu presente musical?
Si bien siempre estoy en la búsqueda, a partir de todo el proceso de elaboración de lo conceptual y estético de este álbum, me siento con una idea bastante más clara de lo que se trata mi proyecto musical, o de lo que quiero decir.
Por otro lado, sí me encuentro entusiasmado y con muchas ansias de continuar presentando este nuevo material en vivo y mostrar lo que con tanto esfuerzo y cariño produjimos todas las personas que participamos.