Después de navegar por aguas de melancolía indie en sus dos primeros discos (“Hospital” y “El cazador”), “Mi Pequeña Muerte” deja que un haz de luz se filtre en las canciones de su tercer álbum, “Un futuro brillante”. La metáfora no es casual: la incorporación de estructuras más elaboradas, una línea de vientos, algunos teclados vintage y una producción más prolija dan a estas diez nuevas composiciones un tono más optimista y, por oposición, menos tremendista y opresivo. Con la colaboración de integrantes de Hacia Dos Veranos y Jackson Souvenirs (Norman McLoughlin, también responsable de la coproducción del álbum), Mi Pequeña Muerte entrelaza melodías de aires folk en “El porvenir” con atmósferas de tinte cinematográfico en la coda de “Una buena idea”, mientras las letras (de a ratos punzantes y vengativas, otras veces sufridas), todavía apuntan a ese rincón en la oscuridad del que les es difícil escapar.