Con “Don Vilanova y sus secuaces”, el guitarrista lleva a su discografía “oficial” una idea iniciada tiempo atrás con unos CDs de edición casera llamados “Botafogo y amigos”. El álbum, producido por Vilanova junto a Gustavo Rowek y Sergio Berdichevsky, lo muestra en compañía de bandas y solistas (Nativo, Emmanuel Horvilleur, Celeste Carballo, Pier, Reggae Rockers y Blues Motel) con los que ha compartido distintos proyectos. El peligro de este tipo de trabajos es que la personalidad del protagonista se diluya en compañía de músicos de estilos tan distintos, y eso sucede un poco en la primera parte del disco. Pero a partir de la segunda mitad, el músico anteriormente conocido como Miguel Botafogo se toma revancha con una serie de temas bluseros en los que lo acompañan el legendario Ciro Fogliatta y miembros de su propia banda —como “La mente” y “Blues en la radio”—, que son por lejos lo mejor del álbum. También se destaca el instrumental “Una linda tarde” (con el dobro, una de las especialidades de Miguel, sonando como un sitar) y “Blues hasta que salga el sol”, con La Mississippi, que presenta el memorable encuentro de dos potencias del blues local.