El cuarto disco de Expulsados continúa en la senda de Los Ramones, pero se vuelve medio monótono.
Expulsados parece uno de esa de esas bandas que no se molestan por las comparaciones. Es más, da la sensación de que buscan ser catalogados como Los Nuevos Ramones argentos. Es muy obvio el homenaje a los Monchos de apellidar a los músicos con el nombre de la banda: Sebastián Expulsado (voz y compositor de todas las canciones), Marcelo Expulsado, etc.
«Un, dos, tres, va…» y la contundencia de «2000 Hombre digital» son la apertura del disco. Después pasan algunas canciones con letras que hablan de amor diluido («¿Quién soñó en tu almohada?», «Tu respuesta», «¿Donde estás?», «Ella ya no existe»), fobia social («El día de los inocentes») y panorama bélico («Circo Romano»). «Sombras chinas» resulta bastante tierna, «Contra todo peligro» muestra una melodía vocal interesante, pero cuando llegan al séptimo tema y todo sonó muy parecido se pierden las esperanzas de que en la segunda mitad de la placa algo vaya a asombrar.
La producción artística, la grabación y la mezcla corrieron por cuenta de Juanchi «guitarras-siempre-bien-arriba» Bailerón. Las letras terminan siendo bastante cuadradas (casi todos los versos terminan en verbos, para facilitar la rima) y para cuando termina el disco la voz se vuelve monótona. Queda la sensación de que la receta de Los Ramones es maravillosa, pero no basta con seguir todos los pasos y usar los mismos condimentos; es fundamental el toque personal.