Los ex Karamelo Santo tocaron el sábado en Palermo, donde presentaron temas de su segundo EP. Cómo se desmarcaron de su antigua banda.
Una vez que Piro Rosafa, Diego Aput, Lucas Villafañe y Josué Leiton suben al escenario, hay algo extraño. No se trata de la lista de temas -que empieza con «Colocón»-, tampoco del sonido ni las hermosas visuales. Pero inmediatamente después de la primera canción, Aput deja su bajo al costado y se saca la remera. Ahora sí, el músico tiene su uniforme clásico, que consiste solamente en su piel impregnada por varios tatuajes. Ya podemos decirlo: ¡Casa Rock está en orden!
Y si hablamos de cambiar la piel, Cuyoman se encargó de hacer eso desde hace un par de años. El nuevo grupo se anunció formalmente en 2017, aunque la transformación interna llevaba mucho más.
«El tiempo cura, pero más curan los abrazos», canta Piro justamente en «Piel», y no lo dice en vano. Abrazarse con sus hermanos lo llevó a crear un proyecto con la misma base -rock, ska, reggae y cumbia- pero con un estilo innovador. La premisa era concisa: achicar la maquinaria y adoptar un formato «pocket». En lugar de tener a diez personas sobre el escenario, en Cuyoman hay sólo cuatro obreros multitasking.
Tres de ellos, claro está, fueron pilares de Karamelo Santo; y Leiton cuenta con una amplia carrera en la producción y la docencia musical. Pero poco importan los nombres o el background al sonar el acordeón de Villafañe. El mendocino se carga a la espalda la melodías de los temas, desmarcándose y presentándole una cara lavada al género. Cuando tiene un brazo o pierna libre, también aprovecha para usar un sintetizador y un par de pedales que llenan mucho más el espectro sonoro. Lo mismo con Rosafa, que en los momentos de «toasting dancehall» activa el delay en su micrófono. Son pequeños detalles que realmente hacen la diferencia.
Esta noche suenan todos los temas del segundo EP de Cuyoman, que verá la luz el viernes: el single «No doy más», en el que se estrena un gran video de Matías Sánchez y Pablo Arzagot; la pegadiza «La fuga»; las tranquilas «La vieja» y «Ojos de cristal»; y «El garrón» y «Eh!», originalmente de su banda anterior. En la lista tampoco falta «Papa noah», el clásico de Seeed que Karamelo Santo hizo propio.
Pero tranquilos: Cuyoman no es un tributo ni un anclaje al pasado. Sus letras hablan de seguir adelante, de dejar lo agridulce y celebrar el ahora. Mientras el público pide una canción más, Diego Aput se vuelve a poner la remera y le sonríe al presente. Después de todo, es consciente de que este momento es lo mejor que tenemos. Y que hay que festejarlo.
Puntaje: 8.50.
Foto: Belén Vallejos/Archivo