El festival más federal de rock de la Argentina comenzó su celebrada décima quinta edición con Andrés Calamaro, Octafonic, Pez y Babasónicos entre los puntos más altos de la jornada.
Aquellos asiduos a Cosquín Rock saben que ver a todas las bandas es una misión imposible. La pre-selección es la mejor tarea previa a pisar el Aeródromo de Santa María de Punilla. Para los que van por primera vez la sorpresa es grande cuando se encuentran con un predio amplio que incluye cinco escenarios, por donde desfilan alrededor de cien bandas; más un sector denominado «La Burbuja» con cuatro funciones diarias de Fuerza Bruta; y demás recreaciones para relajarse y disfrutar un marco de montaña inigualable a cualquier otro festival nacional.
Alto voltaje
Una de las opciones atractivas para esta edición es la de concentrarse en las bandas alternativas, aquellas que forman parte del recambio a los conjuntos impuestos por el mainstream.
Durante el día 1, el recorrido por el Escenario Alternativo y el Córdoba Rock resultó un interesante cometido y más aún por los conjuntos que por allí rockearon alto como: Sambara, Científicos del Palo y el binomio cordobés experimental y psicodélico de Fonez y Los Smoke Sellers.
Otro que sobresalió fue el trío Humo del Cairo, repasando sus tres materiales discográficos a puro power y volumen por las nubes y no recomendable para oídos endebles.
Por su parte, el conjunto liderado por Ariel Minimal, Pez, también logró hacer temblar las sierras con su power rock progresivo tras un show prolijo del ex Pereza, Leiva, en su debut en Cosquín Rock.
Octafonic, desde el Escenario Alternativo, se llevó todas las miradas, atención y aplausos con un set perfecto que resumió «Monster», la excelente placa debut en la que, con el liderazgo de Nicolás Sorín, fusiona rock, grunge, hard y pizcas de jazz.
Fiesta popular
Mientras el escenario temático dedicado al reggae no presentó gran acumulación de público, en el principal La Beriso y Guasones volvieron a mostrar su notable poder de convocatoria.
Como en toda fiesta de 15, no podían faltar Los Auténticos Decadentes. En su regreso al festival repasaron sus clásicos («Vení Raquel», «La prima lejana», «Cómo me voy a olvidar», «Pendeviejo», «Corazón», «Entregá el marrón», «Gente que no», y una lista interminable imposible de no conocer y cantar) y recorrieron su más reciente álbum «Y la banda sigue».
El glamour llegó con los siempre rendidores Babasónicos y un set cumplidor donde las más celebradas fueron: «Risa», «Tormento», «Yo anuncio», «Flora y Fauno», «Desfachatados», «Fizz», «Carismático», «La Lanza».
Al preciso instante en el que Andrés Calamaro hizo sonar los primeros acordes de «Alta suciedad» una leve llovizna comenzó a caer sobre Punilla. Le siguieron «El salmón», «Cuando no estás», «A los ojos» y luego llegó el primer contacto con su público: «Muy buenas noches a todos en Cosquín», saludó el ex Los Rodríguez.
En su debut en Cosquín Rock, Calamaro brilló con una lista repleta de hits y un show prolijo e impecable: «Tuyo siempre», «Loco», «Mil horas», «Los aviones», «Me estás atrapando otra vez», «Todavía una canción de amor», «Mi enfermedad», «Output Input», «Estadio Azteca».
Si hay algo que no podía faltar en esta edición especial del festival es la lluvia. La tormenta torrencial llegó en la parte final de la lista: «Sin documentos», «Flaca», «Paloma», «Los chicos» y «Sucio y Desprolijo» cerraron la noche y la mejor de las presentaciones de la primera jornada, mientras la gente abandonaba el predio y escapaba a la lluvia y, por consecuencia, al barro de cada año.
Fotos: Tatiana Daniele