Kapanga, Tipitos, Gazpacho y Skabio participaron del Buenos Aires Beer Festival, en La Rural.
Con el corazón estrujado y las ganas por el suelo nos subimos a la frase el show debe continuar y salimos en busca de lugares y eventos donde el rock suene. Esta vez terminamos en el predio de la Sociedad Rural para presenciar una movida distinta, el Buenos Aires Beer Festival, con las actuaciones del Kapanga, Los Tipitos, Gazpacho y Skabio.
Todo debería haber comenzado allá por las 19 horas, pero se atrasó un poco y recién a las 21 las puertas se abrieron, el recinto estaba plagado de expositores que mostraban la bella bebida en versiones distintas que tuvimos para nuestro deleite el placer de degustar.
En el escenario ubicado al fondo del pabellón Skabio empezó a sonar contagiando a los presentes, pocos por el momento, con un alegre y pegadizo hardcore melódico con toques de ska que permitía el bailoteo y contagiaba a turistas con acento extranjero que buscaban similitudes con bandas de su país.
El lindo show terminó y nos dedicamos a mirar con detenimiento los stands y las largas colas para conseguir un panchos a… $ 2,50, más que en la cancha. Bueno no importa, la gente que crecía en cantidad minuto a minuto estaba feliz. Al primer acorde nos propusimos ver la actuación de Gazpacho una banda que viene peleándola desde hace un tiempo encontrando buenos resultados. La banda destila rock con algunos toques de pop y se apoya en la mas que sólida voz que trata de encontrar su definición para lograr un estilo propio. Un buen despliegue escénico permite un lucimiento más que digno.
Nuevamente un recreo que aprovechamos para poner en claro algunas cuestiones con las gente de control que no nos hacia fácil nuestro trabajo. El síndrome Cromañón estaba presente y se notaba en la extremada cautela de estos muchachos sin experiencia en recitales, que en lugar de mejorar las cosas las entorpecía con soberbia y poca diplomacia. Una vez hablado con la encargada de prensa del evento algo se normalizó, mientras Los Tipitos comenzaban a desandar una noche donde su público dijo presente. A caballo de «Armando Camaleón», último trabajo del grupo, se dispusieron a mostrar lo suyo a puro rock and roll, explotando en los temas más conocidos para la mayoría de los oyentes que por esa hora eran una muy buena cantidad. Se destaca de la presentación el popurri de «Rock And Roll All Nite» de Kiss, «Billy Jean» de Michael Jackson y el clásico de Village People, con coreografía incluida, la comunidad presente agradecida. Así llegó «Brujería» y al grito de «…Mujer Confusión…» cerraron un set muy copado.
A continuación el pogo se armó y el desfile se suspendió para dar paso a la máquina de Quilmes. Y, digamos, dónde jugarían de local los Kapanga sino fuera en su ciudad: en un santuario del Gauchito Gil o en un festival de la cerveza? Y así fue, la gente se agolpó frente al tablado y comenzó el descontrol, controlado.
«Desesperado» marcó el inicio de una lista de temas plagado de movimiento y salto. «Bisabuelo», «Ramón», «Desearía», entre otros, generaron la aceptación del público que a esta altura, las tres de la madrugada, estaba necesitada de una buena fiesta. El sonido acompañaba la actuación de la banda y el Mono se llevaba todos los laureles y hasta un símil porro gigante que voló desde el público.
Así llegaron «Fumar», «Me mata», el esperado «Cucha Cucha» y el final con «En el Camino» y «El Mono Relojero», para el festejo interminable en una buena noche de rock en la Capital.
Como coronación mencionar que el Carpo estuvo presente en el recuerdo del público que al grito pelado de «Pappo no murió», evocó al mas grande entre los grandes del rock nacional. Salud y adelante, que la vida sigue a pesar de todo.