Kapanga tocó en un lugar que estaba clausurado: taparon la faja y continuaron vendiendo entradas. Nadie atendió el 0800 destinado a recibir denuncias. La banda pidió que los productores aclaren la situación. Finalmente, no hubo inconvenientes.
«En la madrugada del sábado se desprendió un pedazo de cielorraso del techo del Teatro de Flores. Lo que ocasionó que una chica sufriera lesiones a partir de lo sucedido. Acto seguido, y de manera correcta, el local fue clausurado. De todas maneras, en el transcurso del propio sábado, tuvo lugar un acto de magia en el lugar: la faja de clausura fue tapada y ¡walla! no hubo más clausura. Al menos, el recital que la banda Kapanga brindó en la noche del sábado se desarrolló sin problemas», dice la crónica firmada por el periodista Javier García en la web Rock’N Ball.
Sobrevivientes de Cromañón que estaban al tanto de la situación intentaron sin éxito hacer la denuncia a la Policía (en varias comisarías y al 911) y al 0800 que el Gobierno de la Ciudad destinó para informar sobre irregularidades en boliches.
La banda aclaró que no estaba al tanto de la situación. El propio Maikel publicó en Facebook que estaban exigiéndole a los productores que explicaran la situación y que aclararan en público por qué se llevó adelante el espectáculo.
Actualización: el comunicado de la producción
En un breve texto publicado en el Facebook del Teatro, la producción confirmó que Kapanga no estaba al tanto de la situación. Si bien declara que «nunca se puso en riesgo la seguridad del público» no desmienten la existencia de una clausura del lugar y explican que «solamente existió un trámite netamente administrativo».
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Foto: la clausura del Teatro Flores. Gentileza rockandball.com.ar