Es una pregunta muy fácil de responder. Sí, Sí, Sí. El asunto importante es ¿por qué?
Los Brujos son una banda que empezó en los noventas y lideró la Movida Sónica junto con Babasónicos, Juana la Loca, DDT y Peligrosos Gorriones. Siempre se destacaron por su lírica delirante, poética elevada, música contundente y contestataria y por su teatralidad. Sus puestas en escena incluían escenografía y trajes complejos que no se acostumbraba en el under, además de la participación de artistas invitados como Vivi Tellas.
Veinte años después de haber sacado su disco «Guerra de Nervios», el último de la trilogía noventera de la banda, nos llega «Pong!» el nuevo disco y viene acompañado de una banda madura que mantiene, a diferencia de otras bandas que vimos volver, la impronta pecheadora intacta pero con una frescura elegante.
Los Brujos vienen dando shows muy dignos desde su vuelta en 2014, no fue excepción este viernes en Vorterix donde le sumaron a sus clásicos como «Kanishka», «Piso Liso», «Agua Viva» los nuevos clásicos como «Beat Hit», «Histeria Total», «Gagarin» y «No Soy John».
La banda es impecable de principio a fin, se nota lo ensayado, los trajes que van mutando durante toda la presentación. Puesta en escena y visuales de calidad, invitados que no interrumpen el show si no que lo ensalzan. Los tiempos que la banda se toma para cambiar de ropa son bellamente soportados por pasajes electrónicos. Este shows en particular tuvo muchas reversiones, lo que nos habla de una necesidad de la banda de innovar constantemente.
Los Brujos no volvieron a robar, a aprovechar un momento, ni a «tocar por gusto», tienen una máquina rockera armada completa y funcional que llevan a todos los lugares donde aterrizan los aliens. El nivel de la banda es tope de gama tanto en lo musical como en lo escénico. Es un show que pueden disfrutar los fans nuevos, los viejos y también gente que nunca en su vida los escuchó.
Los Brujos hicieron Pong! sobre los escenarios, esperemos, por mucho tiempo más.