«Desde sus comienzos el punk rock en Mendoza ha sido discriminado por gran parte del público y los medios de comunicación, vinculándolo sólo a la violencia física y simbólica. Sin embargo muchos desconocen el valor de los mensajes que intentan transmitir muchas de las bandas de punk rock local». Así comienza la reseña del documental «Mendoza: Territorio Punk».
A través de entrevistas, filmaciones de ensayos de las bandas, el rescate de registros de recitales en vivo, y recorrer el camino del barrio a la ciudad, Miguel Luna y Andrés Lübbert cuentan la historia de tres bandas señeras del punk rock local: Kinder Videla Mengele, Embate y Fuera de Tiempo, y por medio de ellas, la historia de este movimiento en nuestra provincia.
En palabras de Miguel Luna, licenciado en Comunicación Social, este trabajo es un paso más en su labor. «Siempre estuve ligado al punk rock. Tengo muchos amigos que tocan en bandas punk y también participé como periodista en el universo que el punk implica» cuenta, y aclara que «de ahí surgió la idea de investigar sobre bandas que no se dan a conocer demasiado por varios condicionamientos sociales. Hay mucha gente que no sabe qué hacen, qué piensan sobre diversos temas. Justamente el punk permite que la gente exprese ideas».
Testimonios
En la cinta se podrá ver cómo hombres comunes se valen de esta música para canalizar la indignación que les provoca el sistema en que vivimos.
Los protagonistas hablan acerca de la importancia de tener una banda punk, no sólo para expresarse, sino porque esto los salva de explotar. El líder de Embate, afirma que de no tocar estaría matando niños o realizando alguna actividad por ese estilo. Los Kinder Videla Mengele cuentan cuántos municipios los prohíben: esta banda puede presentarse en escasos lugares del Gran Mendoza.
Para Luna, el material «gira en torno de gente que tiene una vida vinculada al trabajo como obrero, como empleado, y tiene una banda de música como una actividad importante, pero a la vez secundaria porque no le permite vivir diariamente». También recalca que «más allá de las situaciones que vivan, de violencia, discriminación, de amor o desamor, su gran cuestión es que lo que los salva de todo eso es la música. Esa posibilidad de juntarse con tres personas más y armar algo en común».
Además intenta mostrar los barrios de donde surgen estas bandas, como una ayuda a que las mismas se expliquen un poco mejor.