«Gracias a los que nos aman porque nos mantienen vivos, gracias a los que nos odian por hacernos sentir distintos…» Con esta frase, único agradecimiento del booklet, Juana La Loca extiende su fama de grupo arrogante, justo en el momento en que su historia comenzaba a desdibujarse. Para los detractores, Instinto (EP que adelanta su próximo disco), no será más que otro paso en falso de una banda que tenía todo para triunfar (¡en Vida modelo (1997) grabó el legendario tecladista Billy Preston, colaborador de los Beatles y los Stones!) y terminó a las trompadas hace varios años. Con menos popularidad pero con los mismos gestos de dandy porteño, Rodrigo Martin no sumerge sus letras en el rencor, algo que tranquilamente podría ocurrir luego de que su último hit fuese utilizado en una publicidad de aspirinas, sacrilegio total y motivo de burla garantizado. Vaya uno a saber qué llevó a este enamorado de la galaxia y la psicodelia a ese terreno, dominado por los modismos reservados a los cantantes melódicos que pasan de la adoración al grotesco. Pero mientras el cuerpo aguante y la trasnoche no sea un problema, Juana La Loca insistirá con la canción que «le habla a una chica que en realidad no es tal pero te puede hacer aguantar duro y parejo». Y sí, la canción sigue siendo la misma.