Un grupo de familiares, sobrevivientes y amigos de víctimas de Cromañón rechazan la resolución de la Corte Suprema que beneficia a los músicos y a los funcionarios. «Es necesario confirmar las condenas», reclaman.
El título del comunicado es claro: la música no mata, la corrupción sí. Y en el texto se exige a la Justicia confirmar todas las condenas y dar un paso contra la impunidad, recordando que éstas condenas son históricas por el cumplimiento efectivo a los miembros del poder político.
Pero todo podría quedar en la nada si se confirma esta última decisión. La revisión de la sentencia garantizaría la inmunidad para los funcionarios.
El comunicado también es claro en relación a los músicos. El ex grupo Callejeros es responsable por irresponsable, dice. Y detalla: se ha comprobado que el ex grupo estaba a cargo de la seguridad en el ingreso del boliche; participó en la sobreventa de entradas; admitió en su presentación judicial que había más de 3500 personas cuando el local estaba habilitado para 1031; era co-responsable junto con Chabán de los espectáculos; expuso a su público a condiciones de inseguridad extremas; fomentaba y fue partícipe de la entrada de bengalas al recital. Callejeros conocía las condiciones del lugar, y también sus peligros pero siguió con su política de ganar a cualquier precio.
A continuación, el texto completo.
LA MUSICA NO MATA, LA CORRUPCION SI
Familiares sobrevivientes y amigos de las víctimas de Cromañón asistimos con profundo pesar a la resolución de la Corte Suprema de agosto 2014. En general los medios de comunicación han reflejado que dicha resolución beneficia –transitoriamente- a Callejeros, pero ha quedado oculto que bajo el mismo tecnicismo, tienen libertad los funcionarios públicos co-responsables de las 194 muertes en la Ciudad.
Tanto el ex grupo Callejeros como los ex funcionarios han sido condenados no por contravenciones menores, sino por el gravísimo delito de estrago culposo seguido de muerte, en concurso con cohecho activo (coimas comprobadas).
Recordamos a la población que la condena a funcionarios en el juicio Cromañón ha sido histórica en nuestro país, pues es la primera vez que se dan penas relativamente elevadas y de cumplimiento efectivo a los miembros del poder político.
El contexto de esta resolución política de la Corte es la recientemente aprobada ley de impunidad de funcionarios públicos, que pasó desapercibida mientras transcurría el Campeonato Mundial de Fútbol. Una ley que afectará a futuras víctimas por cuanto asegura impunidad a quienes ocupen un cargo público electivo, dejando al ciudadano común desprotegido ante el poder estatal. Si dicha ley hubiera sido dictada antes del Juicio Cromañón, no hubiéramos podido lograr las condenas. Nosotros, contrariamente, impulsamos una campaña «Funcionario Hacete Cargo». Para que exista una ley que establezca que los delitos cometidos por funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones sean imprescriptibles. Ser funcionario público no puede seguir siendo un pasaporte al privilegio y la impunidad.
Sin embargo, si la resolución de la Corte que transitoriamente los deja en libertad, lleva a la revisión de la sentencia y a la baja de la calificación, el mensaje sería el mismo que el de la nueva ley: quien es funcionario público, tiene garantizada inmunidad, y si comete crímenes que afectan a la ciudadanía, no puede ser juzgado.
Respecto de los funcionarios, sus responsabilidades evidentes en la desidia, negligencia y descontrol han sido probadas una y otra vez, no solamente en el terreno del Juicio Penal al cual hemos llegado después de años de lucha, logrando que no prescribiera, sino en el Juicio Político que logró la justa destitución de Aníbal Ibarra, principal responsable político de la masacre. Aníbal Ibarra fue sobreseído por la Jueza Crotto en el Juicio Penal que nos ocupa, en una clara muestra de los tejemanejes de los poderes ejecutivo y judicial.
Alertamos al tribunal al cual le toque actuar y revisar las penas, pero en general a todo el pueblo argentino y a las demás víctimas de impunidad en democracia, que si el fallo condenatorio a todos los responsables no se ratifica, se abre una nueva puerta a la impunidad que crea precedentes jurídicos y deja –una vez más- desprotegidas a las víctimas.
Estamos convencidos de que LA MUSICA NO MATA. La música, amada por nuestros hijos y familiares, crea las condiciones para una vida plena. LA CORRUPCION SÍ MATA. Mata en el momento y sigue matando si los responsables no responden por sus crímenes. El ex grupo Callejeros está condenado por estrago culposo seguido de muerte (de 194 seguidores) y por cohecho activo. El ex grupo Callejeros es responsable por irresponsable. Se ha comprobado que el ex grupo estaba a cargo de la seguridad en el ingreso del boliche; participó en la sobreventa de entradas; admitió en su presentación judicial que había más de 3500 personas cuando el local estaba habilitado para 1031; era co-responsable junto con Chabán de los espectáculos; expuso a su público a condiciones de inseguridad extremas; fomentaba y fue partícipe de la entrada de bengalas al recital. Callejeros conocía las condiciones del lugar, y también sus peligros pero siguió con su política de ganar a cualquier precio. Ya no eran un grupo barrial ni tocaban en un centro cultural sin fines de lucro: eran empresarios de su propio emprendimiento y tocaban en un lugar importantísimo de la ciudad, cobrando una entrada que formaba parte de un negocio.
Nos preocupa profundamente la resolución de la Corte Suprema. El tribunal que actúe en el futuro tiene la oportunidad de dar un vuelco, confirmar todas las condenas y dar un paso contra la impunidad. La ciudadanía tiene la posibilidad de expresarse contra este injusto fallo y estar atenta a la resolución del segundo Juicio Cromañón contra Rafael Levy y Juan Carlos López.
El Poder Judicial no puede ocultar que actúa protegiendo a los poderosos -o a quienes les conviene por razones políticas-, y que castiga a los débiles. Nos preguntamos si las garantías especiales de las cuales gozan los responsables de la masacre también son accesibles a los miles de presos pobres, en situación de vulnerabilidad, que habitan las cárceles de nuestro país a partir de delitos menores.
JUSTICIA POR CROMAÑÓN ES QUE NO SE REPITA.
El asesinato de Paulina Lebbos en Tucumán o de Martín Castellucci en el boliche La Casona son que Cromañón se repita.
La caída del entrepiso en el boliche Beara es que Cromañón se repita.
El caso de Diego Núñez y su hermano Francisco; la desaparición de Luciano Arruga; el asesinato de Kiki Lezcano; y tantísimos otros casos de «gatillo fácil» son que Cromañón se repita.
La Tragedia de Once es que Cromañón se repita.
Las Inundaciones en La Plata es que Cromañón se repita.
JUSTICIA ES QUE NO SE REPITA.
El poder político, en lugar de buscar una y otra vez mecanismos de impunidad, podría hacerse cargo de la situación de la juventud argentina, de sus necesidades no cubiertas en materia de educación, trabajo, salud, perspectivas de vida. Como nuestros hijos y familiares, la juventud está en peligro. Recordemos que el rescate de la mayoría de los chicos lo hicieron otros chicos. En esa acción solidaria, algunos sobrevivieron, otros murieron. Éstos, terminaron ofrendando su vida para preservar la de otros.
Sostenemos que todos los y las jóvenes son sobrevivientes de Cromañón, y exigimos al Estado el cumplimiento real de los derechos de los jóvenes.
Reivindicamos nuestra lucha que ha llevado, en un hecho histórico, a la destitución de Aníbal Ibarra como jefe de gobierno; a la cárcel a algunos de los responsables de la injusta muerte de nuestros pibes, incluyendo un alto jefe policial; a la lucha que aún a 10 años que se cumplen en diciembre, continúa para que quede firme la condena a Levy dueño del boliche y alto empresario de la Ciudad protegido por el poder; y que condene a Juan Carlos López, pariente de Ibarra y alto funcionario gubernamental al momento de la masacre.
Seguiremos el tiempo que sea necesario en esta lucha, ya que entendemos junto a quienes nos dieron su ejemplo, que LA UNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA.
NO A LA CORRUPCION.
NO A LA IMPUNIDAD pasada y presente.
A diez años, no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
A DIEZ AÑOS, NOS SEGUIMOS MOVILIZANDO.
A DIEZ AÑOS CONVOCAMOS A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES A ACOMPAÑARNOS EN LAS ACCIONES PROGRAMADAS PARA RECORDAR LA MEMORIA DE NUESTROS CHICOS
LOS PIBES DE CROMAÑON PRESENTES AHORA Y SIEMPRE