Desde sus comienzos hasta la actualidad, el conjunto local fue en constante evolución con un disco más interesante que el otro y dejando la puerta abierta a seguir siendo una de las bandas más interesantes de la nueva escena.
Aquí, cinco razones por las que vale la pena escuchar a Barco.
Foto: Guido Adler
Pop
Junto a bandas como Indios, Bandalos Chinos, París París Musique (solo por nombrar algunas pocas de un estilo que está resurgiendo), reivindican el sonido bailable de los 80. Canciones en las que el amor es una temática recurrente, y melodías pegadizas donde el rock, la electrónica y hasta algunas pizcas del funk también asoman.
Influencias
Barco suena moderno pero sin separarse de esas reminiscencias ochentosas. En el ADN del cuarteto fundado en 2011 aparecen exponentes locales como Virus, Soda Stereo y hasta Fito Páez, Charly García y Luis Alberto Spinetta, tanto en su música como en su variedad lírica.
Alejandro Álvarez
La voz líder del grupo que se completa con Justo Scipioni (bajo y coros), Ramiro Cremona (teclas y coros) y Francisco Álvarez (batería) es sin lugar a dudas quién se lleva todas las miradas en los shows en vivo, tal como ocurría con Federico Moura o Gustavo Cerati arriba de un escenario, donde la ausencia de estos se sentía. Presencia, personalidad y actitud es lo que destaca a este cantante que en 2015 fue invitado a participar del recital homenaje al frontman de Soda Stereo en el Planetario porteño.
Antes del desmayo
Editado en 2014, el larga duración debut sorprendía con un sonido muy sólido, prolijo, fresco y contundente. Un puñado de siete canciones en apenas 20 minutos presentaban a Barco como una banda a la que no había que perderle pisada.
Era Es Será
Su más reciente material lanzado en 2016 mostró un sonido más arriesgado, colorido y rockero, con la guitarra más presente y que recorre distintos estados en su casi media hora de duración, donde resaltan canciones como «Buen trato», «Eso es amor», «El recuerdo», «Los dos en el taxi», «Perdona» y la que le da título al álbum.