Muy fácil borrar, en lápiz tu doble sentido.
Que siempre se agarra de algo, justo antes de caer.
Nunca quisiste perder, ni aceptar que estás perdido. Y ya ves.
Te sentaste a rezar otra vez, por tu bien.
Sos un árbol caído en tierra de nadie.
Me vas a escuchar, hasta que sangren los oídos.
Y ya ves, que esto va a suceder.
Vas directo al centro, perdiendo el camino.
Tus ojos abiertos te miran caer.
Cuando abras la puerta y sientas el frío, encerrado en vos.
Me puse a buscar tus sales en otros tejidos.
Efímero instante de piel contra piel.
Hablando demás, voces que pierden sentido.
Y ya ves, que esto va a suceder.