Nos vi fallar tanto… Y vi sufrir tanto…
Juzgué, callé tanto… Debí actuar antes.
Morir o matar… mienten! Falta aún tanto…
Lloran las madres y frente a mí
caen los velos cambiándome.
Lloran las aves lloviendo amor
sobre los cuerpos del cruel festín, justo aquí.
Lloran las madres y frente a mí
caen los velos cambiándome.
Lloran las aves lloviendo amor
sobre los cuerpos del cruel festín.
Como inmutables y frente a mí
tantos fantasmas mirándome.
Hijas e hijos por favor perdónennos!
Hemos fallado por ser tan débiles,
por ser tan fáciles, por ser tan cómplices…