No le debo nada a Entel
me cuido la nariz
el silencio termina mañana
me voy a desvestir.
El tiempo que yo soñé
es la eternidad, es la dulce fe
de que sigas conmigo por siempre
por siempre por aquí.
Y cuando encuentro un amigo
lo tengo que buscar,
y voy al supermercado
buscando un capataz.
El sueño que yo soñé
es la humanidad
es la humanidad
el poeta tenía razón
la balsa hay que tomar.
Cortenla, déjenos vivir en paz,
sáquenla, sáquenla un poquito, sáquenla un poquito.
Cuando vuelvo a mi casa temprano
me tengo que tomar
un litro de vino prestado
que no pienso pagar.
El día que estoy aquí, ese amanecer, es dónde querer
y mirar tus ojos en navez
viajando hacia mí.
Telefono, tiráte ya del trampolín.
Papelón, sacáte la gomina, pelá la brillantina.
Ya no tengo monedas de nylon
perdí mi peluquín.
Me sigo pavimentando y llegaré hasta el fin
Alegría, quiero ver tu foto en los diarios
riendote por qué.