Una mañana, por mi ventana
entró un ave
me preguntó si yo podía con ella hablar
me dijo cuantos hombres la vieron
y la ignoraron
me contó cosas
que yo atento las escuché.
¿Por qué será que mi soledad está sola
y tan triste?
Nadie me dice «tengo un problema, contame algo»
sólo preguntan,
sólo responden
y nada más.
Yo también sueño, sueños mojados, tan sólo sueños
y me preguntan
por qué de noche me oyen hablar.
¿Por qué será que mi soledad está sola
y tan triste?
Antes de irse,
dijo llorando:
«nunca me olvides,
te amo de veras
cual siempre ave a nadie amó.»
Se fue llorando
y yo, mirando tras la ventana
por vez primera en muchos años
lloré y lloré.
¿Por qué sería que mi soledad ya no era
sola y triste?