Infiltrándose como un rayo sin testigos, el impulso de un capricho.
Provocación del destino que descanses en mis precipicios.
Quisiera no haberte visto, no haber dicho nada
pero aún, malcriada, te elegí.
Mi cuerpo sigue de largo sin mí, un simulacro de lo que iba a venir.
Ardimos en la misma parte del problema que es parte de la solución.
Quisiera no haberte visto, no haber dicho nada
pero aún, malcriada, te elegí.