Ríe la ley, demente y senil
acariciando la muerte
teje la red, donde atrapará
al pobre inocente.
Solo estoy sin vos, preso del terror
sombras que hoy oprimen mi alma
sorda oscuridad en esta prisión
rejas que consumen mi sangre.
Debo escapar no puedo esperar
que la justicia decida
con algún juez corrupto en su fe
amigo del homicida.
Tengo que esperar algo de piedad
de alguien que jamás ha sufrido
esta frustración que la sociedad
siempre ha generado en sus hijos.
Ríe la ley, se ríe de mi
y me señala otra puerta
por la que hoy seguro entrará
alguna víctima nueva.
Sólo estoy sin vos…
tengo que esperar…