Ingrata, ¿por qué me engañabas sabiendo que yo te entregué mi alma?,
Pensando que quizás también tú me amabas.
Dejaste mi amor y mis penas tirado en la calle, junto a la vereda.
¿Por qué me dejaste sabiendo que nadie vendría a buscarme?
Y, entonces, hoy de nuevo quisiera brindar contigo
Sabiendo que, quizás mañana, no estarás conmigo.
Pero ni siquiera la menor idea a dónde te has ido.
Seguro besando algunos labios que ya no son los míos.
Olvido. Quizás, me detenga en algún recuerdo, y siempre me lastimo.
Quizás, la única forma de verte junto al lado mío.
Reclamo todas esas noches desnuda en mi cuarto diciéndome “Te amo”.
Ya se van quemando aquellas promesas que juraste en vano.
Y, entonces, hoy de nuevo quisiera brindar contigo
Sabiendo que, quizás mañana, no estarás conmigo.
Pero ni siquiera la menor idea a dónde te has ido.
Seguro besando algunos labios que ya no son los míos.
Y, entonces, hoy de nuevo quisiera brindar contigo
Sabiendo que, quizás mañana, no estarás conmigo.
Pero ni siquiera la menor idea a dónde te has ido.
Seguro besando algunos labios que ya no son los míos.