Hay tantas cosas por hacer
pero ya que estoy de paso
me encantaría vivir
sin los pies en esta tierra.
Mi mochila está cargada
y ya casi no me cierra
si me hubiesen avisado
esta no era mi estación.
No sé por qué es tan difícil encontrar
un buen lugar para poder viajar en paz.
A mitad de esté pasillo
hay confusión en el andén
tanto apuro y yo
sin subirme a ese tren.
Las palabras del ambiente
que no dejan nada claro
y el que cuelga acá
se vuelve haciendo dedo.