Te beso los pies
aprieto la sien
contra el viento tu nombre
respiro tu nombre.
Escribo en la piel
la frase que mil voces finas esconden
donde el agua responde.
Sin saber por qué
con sed sin razón
y sin respuestas
vuelvo a enloquecer
de pensar en tu voz.
Sin saber por qué
con sed sin razón
y sin vergüenza
vuelve a florecer
en un coro tu voz.
El llanto al nacer
el grito después
quien escucha al hombre
cuando nadie responde.
La mano en la sien
la vista se pierde
mirar hacia donde
el viento y tu nombre.