Sobre aguas turbulentas
de un rio traicionero vas,
delante la ciega tormenta
y la desolación detrás,
tendrás que mirar mucho mas lejos
de lo que tus ojos pueden ver,
allá donde nace un sol nuevo, sol nuevo.
El mundo no tendrá piedad
en cuanto te vea caer,
voy a pedirte mi alma,
que ni aun perdida te dejes vencer,
renacerás entre las sombras
de muerte en cada amanecer,
como lo hace el sol naciente, naciente.
Y es el sol que alumbrara el camino de regreso mi alma,
el camino de regreso a casa,
a casa, a casa.