Tantos años y el tiempo no borró el instante,
esa tarde en la seccional.
Aquellos tipos parecía que jugaban con tu madre,
que lloraba desconsolada:
“Van dos meses que no lo he vuelto a ver
y esos hijos de puta dicen: ¿Algo habrá hecho!”.
Aunque eras muy pequeño entonces, lo supiste igual.
Hijo de sangre de un desaparecido,
en la calle pide a gritos: juicio y castigo.
Tinta roja, escrache en la pared, y los gases,
las corridas y enfrentamientos.
Escucha, piensa, piensa, escucha y dice que
“no es venganza, es instinto sin razonamiento,
la causa mueve al sentimiento
y esto empieza a causar todo lo que siento para ser adolescente siempre,
que es como vencer. ya es bastante por hoy.
va a sr mejor que me calle y aprender del silencio,
reconocer que fuimos complices también de ese indulto-nuestra pasiva indecisión-
y, aunque la vida nadie nos va a devolver,
prevenir es curar y luchar es remedio.
al fin y al cabo es mas sincero que esta inutil canción,
que es todo lo que tengo para ser adolescente siempre,
que es como vencer.