Era mi más férrea esperanza y, sin embargo,
me abrió de gamba el corazón.
Yo que empinaba el fondo blanco de un romance raro,
loco, extraño, embriagador…
Su despedida fue: «Adios cabròn»,
vomitó un beso y se esfumó…
Te vas, te vas…
Oteaste un hueco y te escapás!
Me dejás por otro bobo,
que cambiás por otro bobo
y así armás tu colección…
Te vas, te vas…
Oteaste un hueco y te escapás!
Me dejás por otro bobo,
que cambiás por otro bobo
y así armás tu colección…
Si la ven por algún la’o,
no piensen con la de abajo!
Bomba de humo y a correr…
Su amor de plástico inflamable
chorrea besos masticable
que algún gilada va a morder…
Su amor de plástico inflamable
dispara besos masticables,
¡No digas que no te avise!
Su amor de plástico inflamable
gotea besos masticables,
pero no volverá a morder…
¿Qué le voy a hacer si siempre caigo
en la misma mujer,
el mismo bar,
y la misma copa de vino?