Fue como si algún duende nos hubiera servido
el amor en la mesa,
lo encontramos dispuesto como el plato
nocturno en noche buena.
Todas las sillas juntas nos esperaban,
todo se encontraba dispuesto en la alacena,
en la alacena.
Por eso no sabemos a qué hora
se hizo río
nuestra pequeña gota de amor
sobre La Tierra.
Por eso no sabemos a qué hora
se hizo río
nuestra pequeña gota de amor
sobre La Tierra.
Nuestra pequeña gota de amor
sobre La Tierra.