La cantante y compositora cordobesa Victoria Real lanzó “Mi propio poder”, su segundo álbum, donde muestra una faceta más oscura, post punk pero con bases en el pop y la electrónica.
“Me anime a más en este disco, como que gané más confianza personal –reconoce Victoria–. Haber logrado trabajar con buena gente, profesional, que se puso a mi disposición, sin celos ni competencia, ni careteadas, ni estupidez, que supo ver, valorar la esencia de las canciones y lo que yo quería hacer con ellas sin apoderarse del material, sin autoritarismo, aportando y colaborando, ha sido algo que también forma parte del concepto de ‘Mi Propio Poder’”.
Al igual que en su material debut “Música para sanar máquinas rotas” (2016), las canciones nacieron en la naturaleza y la calma de las Sierras de Córdoba, donde la cantante encuentra el foco y el contacto íntimo para su trabajo.
Lo diferente del proceso anterior fue la producción. Está vez, victoria trabajó con Daniel Castro, ubicado en Buenos Aires, por lo que Internet fue la vía para enviarse los archivos cada día. “Viajaba mucho a Buenos Aires el año pasado, tuve muchas fechas allá –recuerda-. Es como que casi vivo en los dos lados. También volví a grabar las voces y las guitarras en el estudio en parque Chacabuco; después algunas tomas quedaron de ahí, otras de las Sierras. La mezcla fue en ese mismo estudio en Buenos Aires o sea que ahí yo no pude participar, lo que me generó mucha ansiedad y necesidad de confiar”.
¿De qué trata “Mi propio poder”?
Un disco es la consecuencia del otro. “Música para sanar máquinas rotas” se hizo con mínimos elementos, la intención era poder hacer algo bien hecho con escasos recursos solo tenía una guitarra y mi loopera vieja. En “Mi Propio Poder” me di más gustos. Pero siguen representando lo mismo. “Mi propio poder” se refiere al poder personal que no depende de bienes materiales ni sociales. Transformar sentimientos miserables en canciones que me llenan el alma es una de esas fuentes de poder. Decir que “No” a alguien a tiempo. Alejarse de lo que no hace bien, que no afecte lo que puedan decir los demás, sino convertirlos en estímulo para preguntarme qué es lo que pienso realmente. Tener inquietudes en la vida más allá del consumo. Todas estas cuestiones estuvieron presentes durante el proceso de creación de este trabajo.
¿Sentís que es más oscuro que el disco anterior?
Noté que el trabajo anterior tiene un esbozo de esa oscuridad en la canción “Alienada”. En este nuevo material, “Vivir Así” es como su continuidad. Incorporé nuevos elementos de composición, un synth pad, loops muy cortos, esa limitación me dio su juego. El sonido está más elaborado, busqué colaboradores. Ese punto fue notable para mi en el proceso de este disco. Tuve que cuestionarme muchas cosas y me desafiaba a definir lo que quería bien claro: sacarme del camino lo que no aportaba y a tomar las riendas constantemente.
¿Qué cosas conservaste de aquel primer material?
Cierta pureza de identidad, el minimalismo como concepto y una necesidad sonora. La manera de componer es similar y la guitarra sigue teniendo protagonismo, incluso más. Las letras son bastante simples, con mensajes declarados y mi fábrica de canciones sigue siendo un laboratorio alquímico de emociones expresadas sonóricamente, intentando redescubrir constantemente lo que tenga para expresar a su única manera más allá de las influencias inevitables. Intento cuidar mi mente y mis oídos de la contaminación y de la manipulación. El silencio es la levadura. Implementé sonidos actualizados sin irme a la electrónica, sino más bien utilizándola. Me animé a más y ser cada vez más.
En otra entrevista dijiste que al principio te costaba largarte como cantante porque te hacía dudar tu voz, ¿cómo te sentís hoy en ese rol?
La gente me halaga por la voz. De todos modos el énfasis de mis discos no está en el virtuosismo de una voz, el concepto es otro. En mi primer álbum era la primera vez que cantaba como voz principal. Ahora, después de casi 50 fechas cantando, ya estoy más cómoda. Siempre quiero evolucionar, soy estudiosa, observando y sacando a la luz nuevos aspectos. En este disco me atreví a ampliar el rango y a usar nuevas modulaciones. Aspirando a dar lo mejor. Meterse en un proceso creativo, es una búsqueda constante y me desafía a permanecer atenta y bien preparada, es jugado. Mi desarrollo personal está siempre involucrado en mis obras y cada vez gano más confianza porque trabajo mucho y lo que hago es genuino.