Tras una espera de cuatro años sin editar material, el conjunto de rock lanza su segundo disco “Los demonios de mi cuarto”.
“Buscamos mostrar esos momentos íntimos que suceden, en este caso, en una habitación. Al escucharlo queremos que viajes a esos momentos vividos, por vivir o bien imaginarios, y los ponga en un escenario donde sos vos realmente, en este caso, tu cuarto”, describe Gustavo Montilla (bajo y coros) acerca de la temática de las doce canciones que conforman la placa.
¿Por qué se tomaron cuatro años para lanzar un nuevo álbum?
Desde nuestro disco anterior, “Esta noche hay caos”, estuvimos en un proceso constante de planificación, desde los temas hasta el nombre del nuevo material. Nos tomamos el tiempo de componer canciones sinceras, donde las letras vayan en coherencia con la intensidad de la idea o su significado y con la música o el riff que la acompañe. Es un tiempo en el cual todo va en una dirección y en un ensayo puede cambiar hacia otra totalmente distinta, desde el concepto del disco hasta las letras que lo componen. Pero siempre llega ese día en que decimos: aquí queríamos llegar.
¿En qué se diferencia este disco con el álbum debut?
A diferencia del anterior, en este nos metimos más de lleno en la producción, en el “redondeo” de las canciones, en los tiempos de grabación. Cuando grabamos anteriormente, comenzamos a trabajar con productores y un grupo técnico que nos mostró una nueva forma de organizarnos. Así, al momento de entrar al estudio recurrimos a esa forma de trabajar, a esa experiencia que aprendimos de la gente súper profesional que colaboró con nosotros, para poder contar con canciones, la idea general de la banda, la idea de este disco.
¿Sienten que encontraron el sonido que quieren para los próximos discos?
Si bien este disco suena diferente al anterior, al escucharnos en vivo se percibe el sonido característico de la banda, un guiño general a la música que escuchamos y a los artistas que nos gustan y admiramos. Tratamos siempre que lo grabado suene de determinada manera y en el escenario de otra. Nunca nos quedamos con una idea fija en cuanto al sonido en el proceso de composición o al momento de grabar. Agregamos siempre un nuevo toque, para que viajes y sientas lo que en definitiva importa, que es la canción y en este caso como el nombre del disco te invita, a enfrentar tus demonios en tu cuarto.