El músico Javier Malosetti celebrará el viernes 19 de octubre en una sala porteña la estupenda marcha de su álbum “Spaghetti Boogie” y adelantará temas de un próximo trabajo que, comentó, “continuará transitando la múltiple frontera entre el jazz, el blues y el rythm and blues”.
“Este show no es la presentación de un disco sino un lugar para el festejo y para concretar el segundo evento grande de mi carrera”, señaló Malosetti en diálogo con Télam.
Sin abandonar la raíz negra del jazz y el blues que conforma la base que lo nutre y desde donde lanza su obra como compositor e intérprete, el músico diferenció su propuesta de otras tendencias imperantes en esos géneros.
El bajista y guitarrista puntualizó que “lo que estoy haciendo tiene un concepto medio cancionero sin hacer tanto foco en una armonía compleja y en ese jazz tan cabezón y difícil”. “Hago -dijo en tren de ampliar la idea- temas de jazz con buen ritmo, con una buena cadencia que es para todas las edades y para toda la familia”.
En busca de más matices para definir su obra, agregó que “nunca voy a zafar de la batea del jazz y no me quejo, pero mi disco puede quedar chico en esa única categoría porque hay muchos estilos juntos en un mismo volumen, ya que paso de un aire ‘groove’ a una cítara, y de allí a mi viejo zapando a lo ‘hot-jazz’ sobre una melodía de Henry Mancini”.
Aún aportándole toques personales al jazz, Malosetti no desligó su obra del presente de un género que en la Argentina “fue popular, luego se intelectualizó y ahora está volviendo a ser escuchado sin prejuicios por mucho más público”, repasó.
“Me parece muy bueno y positivo que esté volviendo a hacerse popular una música que no es tan pobre como otras que hoy día se escuchan masivamente”, reflexionó.
El instrumentista, que fue integrante de los grupos de Dino Saluzzi, Lito Vitale, Baby López Fürst, Verónica Condomí y Sandra Mihanovich, entre otros tantos, y desde el año pasado ha vuelto a integrarse a la banda que comanda Luis Alberto Spinetta, confió que su buen presente se lo debe a la repercusión alcanzada con “Spaghetti Boogie”.
El creador porteño, nacido en 1965, resaltó que su anterior placa (segunda de su cosecha personal tras el lejano debut con “Javier Malosetti”, en 1993), “gustó mucho, anduvo muy bien y me permitió tocar con continuidad en toda la Argentina y también en el exterior”.
Pese al suceso cristalizado gracias al fresco y poderoso material registrado que llevó a que algunos medios que hacen del arte una carrera con rankings, posiciones y calificaciones lo ubicaran como “revelación del año”, el músico ironizó: “Yo no soy revelación de nada. Por ahí se rebeló la gente que puso el disco”.
El hijo del magnífico guitarrista Walter Malosetti aclaró que la gratitud a “Spaghetti Boogie” no hará que se repita la puesta de fines de diciembre del año pasado.
“Aquella presentación fue bastante pretenciosa, con muchos invitados, dos baterías y abundante locura, pero ahora quiero algo más relajado, que me permita tocar en quinteto, en dúo con el puianista o solo”, comparó.
En el recital del viernes 19 en La Trastienda actuará secundado por Andrés Beeuwsaert (teclados), Pepi Taveira (batería), Américo Bellotto (trompeta) y Gustavo Camara (saxo).
Sobre las piezas que estrenará el viernes y que darán forma al álbum (aún sin título) que está registrando en el estudio La Diosa Salvaje, Malosetti anticipó que “hay nuevos temas míos, algunos covers que incluyen a Miles Davis y una canción de Lennon-McCartney llevada a un estilo de música más negra”.
“En definitiva quiero que diferentes músicas, ya sean mías o de otros, pasen por un mismo filtro y una nueva mirada en una frontera múltiple entre el jazz, el blues y el rythm and blues”, planteó.
Aunque no quiso dar a conocer el nombre que tendrá su tercer álbum, anunció que “el título hace referencia a ese sonido que es lo contrario de la alta fidelidad y no suena tan depurado, porque yo amo y reivindico los discos setentosos donde se apreciaba la ausencia de las cámaras que ahora se usan en las grabaciones”.
Al margen de ese material formal, Malosetti también relató que, casi en paralelo con el cd que adelantará el 19, “también tengo pensado grabar un disco bastante distinto que voy a sacar enseguida. Será una cosa bien eléctrica para despuntar la energía joven que aún me queda, cantar, ponerle máquinas y tocar el bajo”.
Mientras extiende las alas de sus sonidos más íntimos, el intérprete subrayó el placer que le da acompañar a Spinetta, “que es uno de mis admirados junto con Horacio Salgán, Dino Saluzzi y Pappo, y fue el héroe de mi juventud”, sostuvo.
Por último, Javier Malosetti intentó hallarle algún costado positivo al conflicto bélico que atraviesa el mundo y reflexionó que “una buena forma de ver lo malo y doloroso que está pasando, es pensar que desde ese estado puede surgir mucho y muy buen arte para la humanidad”.