Mal Pasar repasó sus inicios, logros y dificultades a lo largo de toda su carrera independiente. A su vez, adelantó los detalles del show que realizará el 1 de julio en Niceto Club, donde grabará su primer CD y DVD en vivo.
La banda de punk-rock argentina formada a mediados de los 90 se encuentra festejando sus 20 años de carrera con la gira “Inoxidable tour/ 1997-2017”. La misma inició el 4 de febrero en Uniclub, junto a los amigos de Dos Minutos, y seguirá el próximo 1 de julio en Niceto con un imponente registro audiovisual.
La banda invitada que dará la apertura a la noche es El Violinista del amor y los pibes que miraban, con un set acústico-eléctrico. Mal Pasar hará un recorrido por toda su carrera y grabará su primer disco en vivo, a cargo del Ingeniero de sonido Mario Breuer. Por otro lado, la productora Piso 8 será la responsable de filmar un DVD a 5 cámaras en full HD. Posteriormente, continuarán sus conciertos por el conurbano, interior del país y algunos países vecinos como Uruguay y Chile.
¿En qué momento se encuentra Mal Pasar?
Carlos: Como vamos a grabar el CD y DVD en vivo, lo que estamos haciendo ahora es ensayar y producir ese show que va a concretarse el 1 de julio. Nunca lo hicimos y es una deuda que teníamos pendiente. Las expectativas son muchas, así que estamos apuntando todos los cañones. Somos una banda autogestiva que siempre estuvo muy encima del sonido y la imagen.
¿Siempre se manejaron desde la independencia?
Carlos: Sí. Nos manejamos con sellos independientes y el quinto disco lo editamos con nuestro propio sello. Pero después de esa experiencia nunca más lo hicimos.
¿Por qué?
Carlos: Es un desgaste importante. Estar con un sello independiente te soluciona un montón de cosas sin ponerte trabas, porque dejan que actúes libremente como artista. De esta manera no tenés problemas de ningún tipo y te ayudan en la edición y la distribución del disco.
¿Cómo se reinventa una banda que lleva 20 años de gira?
Carlos: Entre las preguntas que nos hacemos siempre caemos en lo mismo. Si bien Mal Pasar es una banda politizada, creo que lo que más nos mantiene unidos y fuertes es esa cuestión ideológica. El tomar la cultura como parte de algo contracultural y con un foco de resistencia ante el sistema que permanentemente trata de meterte esa cosita de que vayas por un mismo carril.
Buscamos usar el grupo como algo cultural para romper ese molde y poder construir desde otro lado. Creo que no tenemos otra excusa para seguir tocando. Pensá que el primer disco lo grabamos en el ’97, en plena época del neoliberalismo con los milicos en la calle y un contexto político-social muy fuerte. Todo terminó en el 2001 y nosotros teníamos un montón de cosas para decir dentro de la música. Hoy en día seguimos haciendo lo mismo. Es esa cosa revolucionaria que nos mueve.
¿Sienten que eligieron el camino más difícil?
Carlos: Sí, somos conscientes de eso. Sobre todo en relación a las letras, sabemos que la cosa funciona desde otro lado. Las canciones cantadas al amor o a las drogas, por ahí a los jóvenes los incentiva un poco más. De todas maneras, elegimos el camino que nos gusta a nosotros porque la inquietud que tenemos es esa, la política.
¿Con qué trabas se encontraron?
Carlos: En la historia que tenemos nunca pagamos para tocar y tampoco le cobramos a los grupos. Ahora nos cuesta mucho más porque hay productores que quieren hacer una fecha y generalmente contratan bandas para que paguen y cubran los gastos del caché. Cuando les planteas que no querés que les cobren, se genera el problema. Es parte de un sistema perverso al que uno está acostumbrado.
Se ha naturalizado.
Carlos: Desde que tengo uso de razón siempre pasó eso y hay gente que viene de Europa y no puede entender cómo hay grupos que pagan para tocar. Mi viejo me decía: “uno para expresarse tiene que pagar” y es una cosa de locos. A mí personalmente me costó entenderlo.
Si tuvieras que tomar uno de tus materiales para escuchar ahora, ¿cuál elegirías y por qué?
Carlos: Yo elijo todos, porque cada disco de Mal Pasar es un reflejo del momento que vivimos como individuos y como banda. El primer disco fue muy rabioso, pero también porque teníamos otra edad. Yo ahora tengo cuarenta y, si bien sigo con esa chispita, no tengo veinte años. La banda musicalmente va cambiando y aprendiendo. Por ese motivo me gustan todos. Con este último disco renegué porque lo veía muy comercial y tuvimos grandes peleas. A raíz de eso conseguimos a Mario Breuer, que nos solucionó los problemas.
¿Cuál fue su aporte?
Carlos: Más que nada en seleccionar los temas y arreglos, que resultaron súper interesantes. Mario es una persona muy humilde y profesional. Nos solucionó un problema muy grande, que era que había canciones que yo no quería grabar… y la realidad es que perdí en toda la cancha.
Yo no diría comercial, pero sí me resultó un disco bastante digerible.
Carlos: Sí, eso en lo musical. Después en lo que respecta a letras, estamos cantando cosas que son serias para nosotros. Lo que más me termina de cerrar del disco es que la última frase dice: “Viva la anarquía, viva la rebeldía, viva la libertad”. Que a mis cuarenta el último disco tenga esas tres frases significa que estamos haciendo bien las cosas.
¿Cómo se relacionan entre ustedes en el día a día?
Carlos: Son muchos años de convivencia laboral. En realidad es parte de un trabajo que compartís y tenés un montón de cruces. Creo que aprendimos a conocernos y saber que uno es de tal manera y ya está. Hay que aceptarlo y somos un grupo donde hablamos todo. Eso también nos ayuda a seguir adelante.
¿Cuándo les hizo el click de que esto ya no era un hobbie?
Carlos: Siempre tratamos de ser una banda pro y grabar en un buen estudio. Además, arreglar los temas y laburar mucho las composiciones. El segundo disco fue tan rebuscado musicalmente que lo escuchamos ahora y nos preguntamos qué fue lo que hicimos. Buscábamos innovar y hacer rarezas como canciones sin estribillo. Nos destacamos mucho por eso. Para los fanáticos de Mal Pasar, “Tóxico” es el mejor disco. Por otro lado, siempre le dimos mucha bola al sonido en vivo. Si bien hacemos punk rock, somos una banda prolija que toca música de la mejor manera.
¿Cuál va a ser la premisa para el festejo de los 20 años?
Carlos: Lo que tenemos pensado hacer en Niceto es que vengan muchos músicos invitados. La lista entera aún no la tenemos, pero la estamos armando. Festejar veinte años, en parte, es un agradecimiento hacia otros colegas y compañeros que de una manera u otra colaboraron con nosotros. Hay muchas historias por contar y es una noche para compartir.
¿Los invitados van a ser sorpresa o nos pueden dar un adelanto?
Carlos: Los chicos de Cadena seguro van a venir porque son amigos de toda la vida. El único problema es que quizás otros grupos toquen ese día. Pero si 2 Minutos no tiene fecha, ahí estará. Lo mismo para Migue y Javi de Kapanga.
También tenemos una banda invitada que se llama El violinista del amor. La cuestión es que nosotros militamos desde chicos y nos juntamos en una biblioteca anarquista. Esta banda toca canciones de la guerra civil española y lo hacen tipo folclórico con instrumentos de aire. Así que festejar veinte años con compañeros libertarios me parece el broche de oro.
¿Por qué la elección de Niceto para grabar este material en vivo?
Carlos: Nosotros presentamos este disco ahí y nos encantó. Averiguamos por un montón de lados y había un par de alternativas. Pero todos los músicos amigos sugirieron Niceto.
Es un lugar que suena bien y nos atienden bien. Loquero grabó un DVD ahí que me gustó mucho, así que nos jugamos con esa.
¿Ya tiene fecha de lanzamiento?
Carlos: Todavía no, pero calculamos que va a salir recién el año que viene, porque hay un laburo de edición importante. De todas maneras siempre estamos haciendo cosas y, después de grabar esto, sabemos que el año que viene tenemos que armar un nuevo disco. Mientras tengamos ganas y fuerzas, lo haremos.
Lo que hablábamos al principio, de encontrar esa motivación más allá del tiempo.
Carlos: Tal cual. Yo creo que hay un montón de motivaciones donde encontrar el arte. Por eso siempre está vigente y mueve a la gente. Creo que un ser humano sin arte no podría vivir, porque te da mucho. Desde conciencia hasta fuerza y riqueza. Ponete a pensar qué triste debe ser no tener eso. Precisamente, la última canción de este disco se llama “Fracaso”, y dice: “Podés ser el mejor del edificio, podés ser un perdedor y tener un buen oficio”. O sea, podés tener todas las riquezas materiales y el mejor laburo, pero son un perdedor porque no ganaste lo que yo tengo.