Luciana Segovia, la ex vocalista de Cirse, inicia su proyecto solista con el lanzamiento de su primer single, «Irse».
“No estoy pensando en el concepto de un disco, estoy pensando en ir soltando simples en las plataformas digitales –señala Luciana Segovia–. Supongo que a fin de año ya tendré una linda cantidad de canciones publicada que coronaré como mi primer disco, aún sin nombre”.
Imagino que el título del single, “Irse”, además de ser un juego de palabras con el nombre de Cirse, tendrá un significado literal y metafórico tras la disolución de tu ex banda, ¿sentías la necesidad de lanzar material propio lo más rápido posible?
No fue tan rápido que digamos. Luego de la disolución de la banda estuve unos largos meses en depresión, tratando de amoldar mi nueva vida a lo que ya venía haciendo. No fue fácil dejar de hacer notas, ensayar, tocar o irme de gira de un día para el otro. De golpe me encontré con nada, y con mucho trabajo introspectivo tuve que aprender a soltar para volver a nacer. «Irse» es la primera canción que compuse en ese proceso de duelo. Decidí respetar ese ciclo y ponerle punto final al duelo con esa canción y ese video. Sin darme cuenta, a la vez, estaba empezando mi carrera solista.
¿Qué cosas te permitís en esta etapa que con Cirse no podías?
Ser yo misma. Desde tener el color de pelo que quiero, usar el vestuario que tenga ganas, hasta escribir lo que se me plazca en las letras. Hay veces que he sentido tener que negociar algunas de estas cosas porque es difícil que toda la banda se sienta identificado 100 por ciento con el movimiento del otro. Acá no hay negociación con nadie, puedo ser yo misma.
Si bien arrancás una nueva experiencia, tampoco es que iniciás desde cero, ya tenés un nombre y una carrera construída, ¿Qué desafíos nuevos pensás que vas a atravesar?
Creo que una carrera solista tiene muchas diferencias a tener una banda, ya lo estoy sintiendo. Siempre hago una misma analogía: no es lo mismo pintar un cuadro entre muchos, que pintarlo sola. Absolutamente todas las responsabilidades recaen sobre mí. Desde la composición de las canciones hasta la contratación de la productora que va a llevar a cabo mi video clip. Tengo un equipo hermoso de gente que me acompaña y me ayuda, pero todo pasa por mi cabeza primero. Es una extraña sensación de mucho placer. El éxito será mi culpa y el fracaso también.