La histórica banda liderada por Eddie Vedder deslumbró en un show de tres horas en el Estadio Único de La Plata.
21.00, la gente agitada, apretada y con una enorme conmoción por descomprimir, aplaudiendo para que salga la leyenda. Algunos seguían ingresando velozmente otros se encontraban sentados charlando con sus pares sobre la primera vez que los escucharon. A las 21.18 llegó el momento de la verdad. Las luces se apagaron y entre tenues destellos azules la intro de «Pendulum» dejaba asomar la particular voz de Vedder en su cuarta visita al país y su segunda presentación en el asombroso Único de La Plata.
«Low Light», «Elderyl Woman», «Mind your manners» determinaron una línea en el recorrido por sus 25 años de trayectoria, hasta que comenzó a sonar «Do the evolution» y la brecha hizo alarde. Pogo, moshing, gritos e interminables muestras de afecto a una de las grandes referencias musicales del grunge se repetían constantemente. «Even flow», el hitazo del memorable «Ten», hizo temblar a La Plata y la furiosa guitarra de Mike McCready relució en su solo ganándose miles de aplausos.
Una hora y cuarenta minutos ininterrumpidas fue la duración del primer set, que luego de una pequeña pausa continuó con «Footsteps» y un emotivo homenaje a John Lennon (quien tendría 75 años en la actualidad) interpretando una versión acústica de «Imagine», para la cual las estrellas bajaron del cielo e iluminaron el estadio desde abajo, a través de teléfonos celulares y alguno encendedores como en las viejas épocas. «I believe in miracles» de los Ramones fue otro de los covers que marcó la segunda tanda del show, hasta que «Jeremy» y «Porch» detonaron nuevamente el estadio con luces verdes que rebotaban en el escenario como pelotas creando un efecto alucinante que culminó en otro merecido break para los eternos jóvenes de Seattle.
El último bloque fue sin dudas el más sentido por el público, con «Leaving here» de Edward Holland Jr. seguida de «Better man» la cual arranco más de una lágrima y en especial emocionó fuertemente a una fan, captada por las cámaras, que se encontraba en la valla llorando desconsoladamente y experimentando el mejor sentimiento de todos: llorar de felicidad.
Más allá de lo musical, otro de los momentos más trascendentes de la noche fue cuando Eddie se tomó un tiempo para reflexionar y, tras ver tantas mujeres en las vallas, alzó un cartel con la consigna #NiUnaMenos, haciéndose presente en la lucha que preocupa a nuestra sociedad.
Con algunas botellas de vino y una especie de pergamino entre las manos, Vedder se dirigió a su público, durante toda la noche, con un castellano bastante fluido para comentar lo agradecido que estaba. «Gracias por hacernos grandes», destacó. De esta forma, alcanzando las tres horas de show, «Baba O’Riley» de los Who generó un clima de despedida y finalmente con «Indifference», la canción número 33 del espectacular playlist, dijeron adiós prometiendo volver el próximo año. Sin dudas, Argentina los va a estar esperando.
Fotos: Beto Landoni / Gentileza T4F