Con la expectativa creada en torno a cuál sería la propuesta de la banda mexicana Kinky, poco conocida por estas latitudes pero con frondosos antecedentes, más de mil personas se reunieron en una discoteca de la zona del ex-mercado de Abasto. Más de dos horas y media en las que las computadoras fueron la vedette de la noche, entre agua mineral y un clima de rave infrenable.
Nada más alejado de los pelilargos con cara de malos y las guitarras distorsionadas al frente acompañando voces roncas. Los piojosos, hippies y rotosos no estaban invitados a la velada ya que el glamour se había apoderado del lugar. Miranda abrió el fuego presentando su último disco y repasando los anteriores con temas como Otra Vez, TV Guru, Yo te Diré, Imán, Mentira y su nuevo git Agua.
Con el público en sus manos, cantando y bailando cada uno de sus temas (incluso los pasitos del video clip); pasó el show Miranda. Contundente, preciso y sobretodo muy eléctrico, un grupo que no se fija en el que dirán ni en los prejuicios rokers.
Muchachos maquillados, con peinados raros y ropas ajustadas. Señoras y señoritas vestidas de fiesta, con tacones y perfumes caros. Así se dibujaba la postal de este evento, en el cual los mexicanos eran la cereza del postre.
Pasadas las 2:30 subió Kinky a escena. La banda integrada por Gilberto Cerezo (voz), Ulises Lozano (teclas), Carlos Chairez (guitarra), Omar Góngora (percusiones) y un muy particular bajista vestido de ranchero, Cesar Pliego; demostró el porqué de tanto prestigio.
Mezclando ritmos latinos con la electrónica, el pop y el rock, despeglaron un repertorio que nunca pierde altura.
Sus temas trascendieron con el cine en películas como «Hombre en Llamas» y «Sin ton ni sonia»; y su tema Mas fue parte de numerosos films y comerciales, entre otros. Nominados como Mejor artista alternativo en los premios de la MTV Latinoamericanos 04 y en los Grammy Latinos como Mejor
Álbum Alternativo, la curiosidad en torno a la banda era excesiva. Sin embargo no defraudaron.
Con un show prolijo pero muy efusivo, los mexicanos sentaron precedente en Córdoba. El público saltó, bailó e incluso cantó algunos de los temas dada la difusión televisiva que tuvieron. Un evento interesante, sobre todo para los amantes de un género que nunca pasa de moda.