La banda de rock sinfónico lanzó «Eterno», después de cinco años de carrera.
Nadar de Noche se formó allá por 1997. Desde ese momento hasta la fecha, supieron tocar en distintos lugares, llegando a participar como invitados en la presentación de la banda finlandesa Two Witches en la Argentina, así como también grabar un EP, «Alma», en el cual Gabriel Ruíz Díaz (Catupecu Machu) fue técnico de grabación. El viernes pasado dieron un paso más en su carrera y presentaron su primer disco «Eterno», en el CBGB.
Cerca de la medianoche, . la banda subió al escenario en medio de gritos fervorosos por parte del público. Nadar de Noche comenzó a cumplir su propósito: los temas del disco comenzaron a sonar. Canciones que envolvían el ambiente en sombríos climas y de los cuales se podía salir una vez acabada la interpretación del tema. A su vez, una poderosa base de rock estremecía con cada arreglo y las melodías completaban el sonido envolvente y por momentos hipnotizantes de cada canción. La banda llenó al público con un tramado sonoro denso, acompañado por bellos y sutiles arreglos de cuerdas.
La banda se dio el lujo, a parte del cello de Germán Fredes como instrumento estable, de incorporar una viola en algunos temas, sumando una flauta traversa en otro, y la percusión de Rubén Lobo en otro. El sonido fue muy bueno, claro y potente, acompañado con las acertadas participaciones de la viola y especialmente el cello. También hubo lugar para un tema instrumental a cargo del cello y una guitarra criolla en manos de una amigo/ex miembro de la banda.
El escenario estaba sencillamente producido con una serie de pequeñas velas, prolijamente distribuidas, dándole forma al escenario y preparando el clima de lo que pasaría en torno a ellas. Unas cien personas se hicieron presente para presenciar la presentación de «Eterno», generando un ambiente distendido y cálido donde la comunicación entre ambos se dio naturalmente. La noche era especial y muy emocionante tanto para los músicos como para muchos de los que miraban desde abajo, y la calidez que hubo entre ellos ayudó para que las emociones se transmitieran permanentemente.
El show terminó al cabo de una hora, aproximadamente, y con un tema no incluido en el disco cerraron el recital. Los músicos entregaron todo lo que tenían para presentar su más reciente producción. La noche estuvo cargada de muchas emociones fuertes, sonidos sombríos y potentes; entorno preciso para dejar una gran expectativa de lo que pueda suceder en adelante.