Algunas reuniones en boliches donde tocaban juntos y la posterior camunidad para la Pesada del Rock ligó con bastante fortaleza (por ahora) a dos de los ex integrantes de Manal, Javier Martínez y Alejandro Medina, con el habilidoso cantante y productor discográfico Giuliano Canterini, más conocido como Billy Bond, y menos conocido como «La Bolsa».
Los tres unificaron el ideario del rock y el blues y tratan ahora, acunando esfuerzos, de realizar producciones coherentes para cada uno de ellos con el aporte de los dos restantes. No están solos en el asunto: el ex propietario del sello Mandioca, Jorge Alvarez, impulsa ideológicamente los intentos, en tanto que su amigo Ricardo Kleinman aporta el otro tipo de apoyo necesario. Los proyectos que piensa realizar el grupo son varios y, aunque están identificados en la línea de la música progresiva, tienen algunas diversidades novedosas, y proyecciones supuestamente revolucionarias.
LA BANDA DE ALEJANDRO
Esta banda capitaneada precisamente por Alejandro Medina, será seguramente el primer producto que lance la alianza. Por lo menos es en el que están trabajando más intensamente: temas compuestos por el propio Medina y por el ex percusionista de Natural, Rubén de León, están siendo arreglados por Mariano Tito para encuadrarlos dentro de las orquestaciones típicas de las bandas, inclinadas hacia el jazz.
La agrupación, por lo menos para las grabaciones, está formada de la siguiente manera: Alejandro Medina, en bajo; Willy (ex acompañante de Litto Nebbia y ex miembro de Unión) batería; un ex integrante de Formación 2000 en guitarra; Rubén de León en percusión, seis vientos divididos de la siguiente forma: dos trompetas, trombón y tres saxos, ejecutados por músicos profesionales. Las partes vocales estarán a cargo de una mujer: Maico, una de las más antiguas integrantes del circo del u. Es intención de Alejandro Medina presentar la banda únicamente en recitales y solamente una vez que el long play haya salido a la venta. Cosa que ocurrirá —si no median inconvenientes— a finales de noviembre o principios de diciembre.
JAVIER MARTINEZ, SOLISTA
Otro de los integrantes del difunto Manal, el baterista y compositor Javier Martínez, parece decidido a no experimentar por el momento con nuevas agrupaciones. Decidiendo en cambio experimentar como cantante solista, una posición que quienes lo conocen bien no se atreven a dudar. Por lo menos la capacidad autoral de Martínez dio muestras elocuentes, sólo en contadas veces objetables, de su capacidad para trasmitir con fuerza las eventualidades más crudas de la realidad social. Aunque no precisamente con los mismos fines («casi por un placer personal») Javier está estudiando, además, algunos de los primeros pasos del saxo, un instrumento que parece fascinarle. Por el momento su album como solista está en paciente, pero no descuidada, preparación.
LOS BLUES Y BUENOS AIRES
El proyecto de mayor altura y, también, el de concresión más lejana que tienen programado los conjurados se refiere a una experiencia inédita en la Argentina. El album que parece provenir de una idea volada de la mente de Alvarez se materializará musicalmente a través de composiciones del terceto Medina-Martínez-Bond.
El sustento del asunto quie-e ser una interpretación de Buenos Aires a través de los Blues y, fundamentalmente, estará dividida en dos partes. La primera, que estaría a cargo de Martínez en la composición, se referirá a la melancolía y el aburrimiento de la ciudad. Su colega Billy Bond tratará, en cambio, de atrapar las extrañas místicas de la noche subterránea de Buenos Aires pasando por los cines, boliches, los clubes de barrio, etc.
En este caso la imaginería literaria estará a cargo de J. Alvarez. Alejandro Medina colaborará en las dos partes. Y el terceto, que también será la base interpretativa del asunto, incluirá en la sobras música electrónica, ruido de calle y una arriesgada intervención de bandoneón. Eso no será, con todo, lo único insólito, hay algo más: muchos de los temas serán cantados por una mujer de edad, Lois Blue, sólo conocida por los anti-guos jazzeros pero que, según la Bolsa «es lo más negro y pesado cantando blues».