El músico se presentó ante unos 20mil espectadores en Mendoza. La crónica de Pablo Pereyra, para Los Andes.
Tal como había adelantado, Alejandro Lerner cantó durante la segunda noche de la Fiesta Nacional de la Vendimia y realizó «un show muy popular», según sus propias palabras, signado por el recuerdo y la comunicación con el público.
Lerner, que viene de festejar el 133 aniversario de la ciudad de Mar del Plata con un multitudinario recital, pareció impresionado por la magnitud del teatro griego, colmado en su capacidad. «Esto es espectacular», exclamó varias veces al escuchar el clamor de los 20 mil espectadores que corearon sus temas.
Tras una carrera de 30 años y 18 discos grabados, Lerner ocupa un lugar privilegiado en la memoria musical de la gente y hacia esa memoria rumbeó la lista de temas del concierto del domingo en el Frank Romero Day, aunque también tuvo tiempo de intercambiar entre su colección de grandes éxitos algunas canciones nuevas.
Pasada la medianoche, con el saludo de «Buenas noches vendimia», arrancó Alejandro y su banda con el tema «Algo de mí en tu corazón», despertando una marea de ovaciones. Con un look estilo George Harrison de los ’60 (gafas oscuras, chaqueta marinera, pelo largo), un entusiasmado Lerner continuó con «Quien te dijo», que tuvo un final de actitud rockera.
Los saltos en el tiempo caracterizaron la presentación, deslizándose desprevenidamente entre canciones nuevas a éxitos de la década de los ’80 y ’90.
No se olvidó del álbum benéfico «Canciones para gente niña», su último trabajo, dedicado al Hospital Garrahan, con «A la escuela» al ritmo de zamba creando luego una dupla folclórica con su «Chacarera de los pagos», dedicado a la tierra de sus padres,Santiago delEstero, que acompañó con un enérgico zapateo.
Pronto llegó la primera gran balada de la noche; «No hace falta que lo digas», de 1985, quizá su mejor canción, que levantó suspiros melancólicos en los espectadores, junto a los momentos en que posteriormente cantó «Tocando un blues con Dios», la canción que le escribió al gran Pappo Napolitano y «Después de ti» y «Dentro de mí», súper hits del exitoso disco «Buen viaje» (2003), con los que corrió de aquí para allá en el escenario y fue ovacionado unánimemente.
Carismático e interactivo, Lerner subió el ritmo con»Nena neurótica», del disco «Canciones» (1985) y estrenó la desconcertante «Me siento como el culo», canción que provocó ambivalencias en el público. No obstante, no se olvidó de la nuevita «Son de fierro» de la teleserie del mismo nombre que protagonizan Osvaldo Laport y María Valenzuela, para pasar a tres muy esperadas canciones; «Amarte así», el infranqueable clásico «Todo a pulmón» y «Volver a empezar», uniendo dos épocas inolvidables de su carrera como compositor.
El obligado bis estuvo a cargo de «Secretos», donde Alejandro Lerner cerró el círculo de un verdadero viaje por el tiempo en 16 canciones, siempre con la compañía de sus músicos de primera: Ingui Herrera y Sergio Romano en guitarras, en el bajo Alejandro Herrera, «El Zurdo» en batería y Marcela García, en coros, la esposa de Lerner.