El grupo de punk rock platense volverá a los escenarios con dos shows: el sábado 10 de mayo en el Teatro de Flores y sábado 17 en La Trastienda de La Plata.
La historia de Embajada Boliviana nunca fue sencilla. Con idas, vueltas y separaciones, la secuencia de los platenses podría resumirse así: Nacimiento. Primer gran (y único) disco de estudio. Separación. Mito. Vuelta. Stand by. Vuelta.
Surgidos en 1992 el grupo, con clara influencia ramonera, fue allanando su camino durante los años siguientes a costa de shows y demos (tres) que llamaron la atención del, quizás, último padrino del punk under local: el ya desaparecido Ricky Espinosa. Fue el ex líder de Flema quien decidió grabar dos covers (No tengo nada y Pregúntale a las estrellas) con su banda paralela, Flemita, además de participar como invitado en dos temas: Voy a mi doctor del último demo «Quien quiera oír que oiga», de 1997, y «Pedro y Juan» del tan ansiado, y ya mítico, primer y único disco de estudio, «Soñando Locuras», editado en el año 2000.
A partir de allí el sol de Embajada Boliviana parecía brillar con fuerza: un gran álbum debut bajo el brazo, el apoyo de un referente innegable y varios shows en Cemento teloneando a Flema que le permitían seguir sumando seguidores. Nada podía salir mal. Pero algo pasó y Embajada decidió decir adiós a fines del 2000. Increíble pero real: en el mejor momento y sin razones claras –algunos indican que el viaje del baterista a Europa pudo haber marcado el fin debido al sentimiento de hermandad que reinaba en la entre los miembros-, se despidieron de forma inesperada y silenciosa.
Del mismo modo sorpresivo se anunciaría su regreso casi diez años más tarde que incluyó una mini gira con un recital memorable en un Teatro de Flores desbordado, que más tarde sería editado en formato CD bajo el nombre de «Sensaciones encontradas». Pero los problemas volverían a tocar la puerta de los platenses. Esta vez debieron terminar la gira sin Julián Ibarrolaza, cantante de la banda, por un grave problema auditivo que le impedía tocar en vivo debido al ruido que ya había dañado sus tímpanos. Las promesas de más shows y nuevo material se vieron otra vez opacadas por los imprevistos.
Pero, como dice el cantante en un comunicado oficial: «La vida da una vuelta más». Tras casi cuatro años de silencio Embajada Boliviana anunció a principios de años dos shows reunión que presentarán un formato inédito: estará dividido en dos bloques e incluirá un set eléctrico sin su líder en el que Juan, hermano del bajista Cabeza, se hará cargo de las voces, y uno acústico en el que Julián Ibarrolaza le pondrá la voz a nuevas versiones de viejos temas acompañado solamente por un piano y guitarras electro acústicas.