Pocos elementos atesoraron su valor en el tiempo. La música desarrolló las cualidades necesarias para erigirse como uno de ellos. Sin embargo, sólo algunas canciones perduraron con vigencia e influenciaron a distintas generaciones.
Ricardo Tapia, Gustavo Ginoi, Claudio Cannavo, Juan Carlos Tordó y Gastón Picazo efectuaron una exhaustiva investigación sonora. Exploraron cuatro décadas de nuestro rock, escogieron trece temas de distintas épocas y editaron un disco con sus estupendas versiones.
Confeccionaron un meticuloso seleccionado de inoxidables creados por Moris, Pappo´s Blues, Luis Alberto Spinetta, Sumo o Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Además, respaldaron la propuesta con sus propios clásicos para consumar un atractivo espectáculo.
«Búfalo», «El Dieciséis» y «Boggie de la Ruta 2» iniciaron su tercera actuación consecutiva en La Trastienda. Subieron setenta y dos veces al escenario ubicado en el corazón de San Telmo. Convirtieron la sala en su hábitat natural. A modo de homenaje, los barmans elaboraron un aperitivo con el nombre de la banda. ¡Marche un Mississippi cantinero!
Tras «En busca de pleitos», comenzaron los estímulos a la memoria. «La mamá de Jimmy» -perteneciente a León Gieco-, «Blues del estibador» -creada por Memphis La Blusera- y «Una casa con diez pinos» de Manal evocaron sonidos perennes.
El público oía con atención. Disfrutaba cada acorde, saboreaba cada palabra y reconstruía su historia a través de imágenes olvidadas que regresaban en forma de memorables anécdotas.
«Ritmo y blues con armónica» de Vox Dei y «Post-Crucifixión» de Pescado Rabioso resultaron las más aclamadas. «No tan distintos» junto a «Mejor no hablar de ciertas cosas» glorificaron a Luca Prodan. «Un pelado más criollo que los criollos, símbolo de los ´80», calificó el vocalista.
Ocultos tras sus gafas oscuras, Cannavo y Tordó edificaron una base contundente coloreada por los virtuosos solos de Ginoi o Picaso. Tapia bailó, arengó, tocó armónica, flauta traversa y guitarra: un frontman de altísima calidad.
«El detalle», «Mala transa», «Un trago para ver mejor» y «Café Madrid» certificaron su autenticidad. Supieron resistir los embates del tiempo, manteniéndose inquebrantables.
Foto: gentileza Acá Pasan Cosas