Nuca presentó su tercer disco «Máquina de la Pampa» y ahora promete un nuevo show en el Oeste.
Viernes, 22 P.M. Adentro, la gente esperaba sentada en el piso, en medio de un clima muy relajado. «En el oeste está el agite», decía Julia, orgullosa de ser una de las que siguen a Nuca desde que arrancaron, allá por el 2000. Y sí, es sabido que el Oeste es cuna de muchos talentos de nuestro rock. Y esta noche le tocó a los chicos de Castelar mantener viva la leyenda.
Con un Niceto casi lleno, la banda presentó su nuevo disco, «Máquina de la pampa», en un recorrido que duró casi una hora y media, y que también incluyó temas de «Paraway», su trabajo anterior.
Pura energía. No cabe otra forma de describir el show. La gente estalló con los primeros scratches de «DJ Raffa» García, y no paró de saltar un minuto. Entre el público, Pablo Romero, de Árbol, arengaba: «¡Tocá fuerte, Ricky!». Allá atrás, los uruguayos de Malacate, amigos de la banda, también estuvieron presentes para hacerles el aguante.
Matías «Chavez» Mendez, líder de Nuca, agradeció «…sin que suene demagógico, a la gente que sabe por todo lo que pasamos para llegar hasta acá… ahora que estamos creciendo… un poco».
Vale la aclaración. Y es que, pese al perfil bajo, este disco parece marcar el despegue de la banda. La incorporación de la sección de vientos aportó, sin perder la esencia, un perfil un poco más amplio en cuanto a lo musical.
Con una selección de temas muy arriba, Nuca desplegó toda su potencia sobre el escenario. Los destacados: «Máquina de la Pampa», «Que la música no pare» y «Vamos a bailar», primer corte de «Paraway», que volvió a sonar en el bis, desatando el delirio generalizado.
Después del debut en Niceto, prueba más que superada, el próximo paso de los chicos es la vuelta al Oeste. Despúes de casi un año de ausencia, que les demandó la grabación del disco, más algunas presentaciones en Uruguay y Brasil, vuelven a tocar en Castelar, una cuenta pendiente con su público.
La máquina sacudió Niceto. Y después de vivir a pleno un recital de Nuca, no quedan dudas… en el Oeste está el agite.