Como en cada edición, la lluvia volvió a ser protagonista un año más. La segunda jornada comenzó con mucho calor y cerró bajo agua. Lo más destacado de la fecha estuvo en Octafonic, Eruca Sativa, los debutantes Barco y la gran convocatoria de Don Osvaldo.
Los cordobeses de Juan Terrenal abrieron el escenario principal con un set potente que dio camino a la furia con la que Octafonic arrasó bajo un sol que no daba respiro. Una lista corta y eficaz para la banda de Nicolás Sorín, que tanto cuesta etiquetar en un género: rock, metal, jazz, funk, pop, electrónica. Todo eso es parte del conjunto que en 2014 editó su placa debut y que en mayo de este año lanzará a su sucesor.
Con el escenario prendido fuego salió la banda pop Barco para poner a bailar al poco público presente que hasta ese momento se había concentrado. Los liderados por Alejandro Álvarez, y con marcadas influencias ochentosas de Virus y Gustavo Cerati, repasaron su óptimo álbum debut con temas como «Bronce», «Antes del desmayo», «Órbita», «Sobre la superficie», «El no lugar» y adelantaron material de su segundo disco a salir también este año.
En el escenario Alternativo, lo más interesante pasó por las presencias femeninas de la cordobesa radicada en México, Sol Pereyra, y la ex líder de Connor Questa, Marilina Bertoldi.
Esta última salió con un set eléctrico que siempre fue de mayor a menor y que con «Ladran», «Poción», «A mi muerte», «Malabares», «Puentes», «Puerto» e «Y deshacer» se ubicó, por su energía y prolijidad, entre uno de los números más sobresalientes del domingo en el Aeródromo de Santa María de Punilla.
Siguiendo a Estelares, Ojos Locos inauguró la tarde de ese rocanrol de banderas flameantes. «Buen día», «Mal de males» y «Paciencia» fueron algunas del repertorio que antecedió el segmento de Don Osvaldo. Aún con lluvia, la banda de Fontanet logró convocar una cantidad enorme de público superando la asistencia del día anterior, que estuvo alrededor de las 25 mil personas.
En una parada difícil, siguiendo a Don Osvaldo y previo a Guasones, el power trío Eruca Sativa se lució con un set corto pero contundente: «Nada salvaje», «Magoo», «Para que sigamos siendo», «El genio de la nada», «Cuánto costará», «Amor ausente», «Fuera o más allá», «Queloquepasa» y «Desdobla». Por primera vez tocando en ese horario (pasadas las 21), Lula Betoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera bancaron la parada del rock fuerte de manera efectiva.
Mientras tanto, en el escenario Reggae, Dancing Mood –con un recambio en la mitad de su formación- bajo la lluvia y con «Police Woman» finalizando su repertorio, dejó lista a la gente para seguir bailando con el cierre de ese sector con Nonpalidece.
Con una lluvia que ya no era tal y parecía diluvio por momentos, y que transformó el predio en puro barro, los uruguayos de La Vela Puerca y los locales Las Pastillas del Abuelo hicieron el aguante a sus seguidores y se animaron, ambas bandas, a recorrer la pasarela y empaparse al igual que su público, que aguantó hasta el final para abandonar el predio con las zapatillas completamente embarradas. Definitivamente, no hay Cosquín Rock sin lluvia.
Foto: Mica Villalobos