Se cumplen 10 años del último show de una de las bandas que marcó un antes y un después dentro del rock argentino. El 30 de mayo del 2009, Los Piojos ponían punto final a una trayectoria de 20 años con un ritual multitudinario en el estadio de River Plate. Hoy, el recuerdo todavía está latente en miles de piojosos que recuerdan esta fecha con «una mezcla de sonrisa gris, llanto feliz y dolor»; manteniendo todavía la esperanza de una posible reunión.
El 28 de abril fue el primer sacudón. Mediante un comunicado en su web, Los Piojos anunciaban un «parate por tiempo indefinido» por el cansancio y el desgaste de 20 años de convivencia. Si bien habían tomado una decisión medianamente parecida antes de editar «Civilización» (2007), esta vez la sensación era la de un ciclo finalizado.
Los Piojos aparentaban pasar por el mejor momento de su carrera: su último disco había tenido excelente repercusión tanto en el periodismo especializado como en la gente, eran reconocidos como referentes de nuestro rock y, junto a La Renga, eran la única banda que podía llegar a llenar un estadio cuando quisiesen. Sin embargo, los problemas internos, las peleas por el papel que cada uno tenía dentro del grupo y la decisión de Piti (guitarrista fundador) de dejar la banda, habían roto la relación completamente y las ganas de seguir eran nulas.
El comunicado fue acompañado por el anuncio de un show el 14 de mayo en el Club Ciudad, pero debido a la demanda de entradas y al creciente rumor de la separación se decidió trasladar el espectáculo al 20 de mayo en el estadio de River. Todos recuerdan el frío y la lluvia de ese sábado de mayo. Las sensaciones que se vivían en el Monumental eran raras, porque de alguna manera la alegría de un ritual era opacada por un final extraño.
Los Piojos la rompieron, como siempre. Abrieron con «Te diría», cerraron con «Finale» y la lectura de banderas; sonaron todos los clásicos y un fanático subió para brindarle unas palabras a la banda. Se despidieron de su gente y nunca más volvieron a compartir un escenario todos juntos.
El año pasado corrió un rumor que hablaba de un acercamiento entre Ciro y Piti y una pequeña esperanza de concretarse una reunión. La banda la integrarían los dos ya mencionados, Micky Rodriguez, Daniel Buira y Pablo Guerra (fundador original de Los Piojos) reemplazando al talentoso y queridísimo Tavo Kupinski, quién perdiera la vida en 2011 tras un accidente automovilístico. Nada de esto sucedió y seguramente haya sido sólo el deseo de un fanático, más que una situación concreta. Finalmente, cada uno siguió con sus proyectos: Ciro con sus Persas, Micky en La que Faltaba, Dani Buira con la Chilinga y Piti en La Franela.
El 30 de mayo de 2009 quedará impregnado en la gente y será un capítulo de oro dentro de nuestro rock. La emoción de aquella noche y de tantos años recorridos, son parte fundamental dentro de nuestra cultura musical. Los Piojos, para muchos, fue un sentimiento de pertenencia, una manera de vivir el rock; con cada canción, con cada piojo y con cada ritual.
Ayer, hoy y siempre… ¡voy a llevarte en mi!