Salgo a caminar sólo para estar
lejos del rehén, junto al fugitivo:
mis pensamientos también caminan.
Algo pasó, yo no lo sé,
quiero explicar, no entiendo nada
y hoy Rivadavia está un poco fría.
Cada día más quiero urbanizar
mi mente y estar cerca del Nirvana
y es imposible (¡no entiendo nada!)
Nunca dejé el carrusel
ingenuo de los diecisiete,
soy la misma cámara subjetiva.
Si, siempre así, voy a mil
que alguien me siga el carro
una vez aunque sea.
Quiero destruir las canciones
que no escribí en mi piel
sino en hojas, simples hojas.
Una vez más salgo a correr
montado a un alud a la ribera,
y así mañana despertaré vivo.
Quiero salir, quiero mirar,
quiero trepar, quiero entenderme.
Quiero salir, quiero mirar,
quiero trepar, quiero entenderme.
Debajo de tu sombra hay luz,
y entre tanto rol, ¿quién estás siendo hoy?
(…todo lo que ves vuelve a vos, todo lo que hacés vuelve…)
Baja la ansiedad, vuelve la razón,
cuando todo es gris… sobretodo negro.
Salgo a buscarte,
recuerdo tu ojo.