Mi carne se brota frente a tu hoguera.
El sudor de tus piernas enciende mi vientre,
cuando nos cruzamos ya estábamos en el momento.
En este momento el mundo cae en sus miserias,
los tiempos que corren no son muy valientes.
Y lo más valiente en este momento,
es que amanezcamos sobre las vertientes…
De lo más salvaje y primitivo,
tu sangre y mi sangre hicieron un nido,
achicando penas curando de olvidos,
la tierra en las venas pegando alaridos.
No me vengan a contar de la felicidad…
Cuántas palabras dejamos pasar,
antes que en tu cuello me veas colgar.
Será que el preámbulo nos gustará a fuego lento…
El sol siempre sale cuando tus piernas se tensan,
las fuerzas de un mundo tengo al sostenerte.
Estemos haciendo la paz o la guerra,
el amor es eso que llaman a veces…
Otras emociones tiran su cartilla,
al ver tu figura andar de rodillas.
A pura morfina chocan nuestros cuerpos,
que alguien le encuentre más vida a un momento.
La naturaleza cosecha lo que en mí sembró…
A un cuerpo sin vida le haría beber
tu sexo reaviva mejillas.
No hay mejor refugio que tus costillas,
para un tejedor de sílabas frías,
que solo se encienden…
Cuando hay un motor!